La pasada semana, el Gobierno argentino anunció una millonaria inversión para la construcción del gasoducto Néstor Kirchner que permitirá transportar gas a las provincias del norte de ese país, región que actualmente se abastece con gas boliviano.
Según el analista en hidrocarburos Álvaro Ríos, la decisión del Gobierno argentino tiene relación con la reducción de envíos por parte de Bolivia, lo cual se ha convertido en una tendencia como resultado de la caída de la producción.

El Gobierno de Alberto Fernández destinará al menos 400 millones de dólares para la construcción del gasoducto que consta de dos tramos. Las autoridades del vecino país prevén que el proyecto genere ahorros anuales totales de 2.690 millones de dólares.

En opinión de Ríos, el Gobierno argentino optó por hacer un enorme esfuerzo económico para concretar la construcción del gasoducto y, de ese modo, evitar la fuga de dólares en la importación de GNL y fuel oil.

Además, el analista considera que las autoridades argentinas apuraron la decisión de construir el gasoducto a raíz del incumplimiento por parte de Bolivia en los envíos de gas de exportación, que durante el mes de octubre no superaron los volúmenes mínimos acordados.

Fuente: Los Tiempos

Lea la noticia