La flexibilización de la tutela a la bandera, es decir, la posibilidad de que las estaciones de servicio de marca vendan combustible de distribuidores distintos a la marca que exhiben, no debería reducir los precios. Esta es la evaluación del Instituto Brasileño de Petróleo y Gas (IBP).
El cambio fue uno de los introducidos por la ANP (Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles) a principios de noviembre. En una nota publicada este martes (23 de noviembre de 2021), el IBP afirma que el permiso para la venta de combustible de otros proveedores en gasolineras de marca puede confundir a los consumidores.

“Los consumidores no conocerán el verdadero origen del producto vendido, ya que la Resolución no exige que el combustible de diferentes fuentes se almacene en diferentes tanques, permitiendo la mezcla de productos comprados y haciendo imposible cualquier trazabilidad”, dijo el IBP, en la nota. . La medida ya había sido estudiada por la agencia desde 2018, pero cobró más fuerza para su implementación luego de dos medidas provisionales dictadas por el presidente Jair Bolsonaro.

Según la ANP, si la estación de servicio opta por exhibir la marca comercial de un distribuidor de combustible y vender combustible de otros proveedores, debe mostrar, en la identificación del combustible, el nombre comercial de los proveedores. Sin embargo, para el IBP, esta provisión de información a través de una simple etiqueta no es suficiente para garantizar que se conserve la elección del consumidor. El IBP afirmó que apoya el desarrollo de la industria hacia un mercado más abierto y competitivo, pero que la evolución del sector debe estar guiada por la seguridad legal y operativa.

Fuente: Poder 360