Tras un año atípico por la pandemia, las importaciones de gasolina y de diésel suben ante la caída en los últimos años de la producción de líquidos. Hasta septiembre, las compras llegan a 1.158,7 millones de dólares, equivalentes a los niveles de 2018.
Para los expertos esto es producto de la declinación de los campos productores desde 2014 y, desde el punto de vista económico, esta factura impacta en las Reservas Internacionales Netas (RIN), la subvención y el déficit fiscal.
Cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), elaboradas por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) revelan que las compras de gasolina del exterior a septiembre suman 356 millones de dólares.
En 2018, las importaciones sumaron 354 millones de dólares y al año siguiente subieron a 569,9 millones de dólares y el año pasado, por la pandemia de covid y las cuarentenas y menor tránsito de vehículos este valor bajó a 157,8 millones de dólares.
Fuente: Página Siete
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