Un año después, los reportes de ganancias de las petroleras, correspondientes al tercer trimestre de 2021, son sorpresivamente elevados.
El petróleo subió más de un 70% y el precio del gas en Europa y Asia hasta quintuplicó su precio. Sin duda ha sido la recuperación de las economías, la falta de inversión en el primer año de la pandemia, la mayor atención de los gobiernos de Europa a impulsar el cambio climático, región que ha sido líder en propiciar nuevas y mayores inversiones hacia las energías renovables, que persiguen acelerar la sustitución del carbón y los hidrocarburos antes del 2050, los responsables de este comportamiento de los precios.
Los actuales altos niveles de las energías primarias han ocasionado un impacto directo en la electricidad, con elevadas nuevas tarifas que golpean los bolsillos de los consumidores y de los cuales son solo los de los países Industrializados los que pueden asumir estos incrementos, pero que serán de difícil asimilación por las economías del Tercer Mundo, ya que en algunos el castigo en el precio, por provenir de combustibles fósiles, son abultados y desde luego su penalización a los consumidores.
El aumento en las ganancias de las transnacionales petroleras fueron suficientes para compensar las pérdidas del año 2020, y tener importantes ganancias en lo que va de año. Por ejemplo las de Aramco en $30.000, millones, Exxon $12.000 millones, Chevron con $9.000 millones y Shell, con ganancias por $7.000 millones.
También las pequeñas empresas de fracking han recuperado su rentabilidad. Este aumento de precios beneficia positivamente a Pdvsa. Con el aumento de los precios y de la producción, se estima que comparativamente con 2020, cuadruplicará sus ingresos este 2021.
EDGARD ROMERO NAVA
Fuente: El Universal