La producción de gas natural en Bolivia es un 28% menor en comparación con el 2014, según datos oficiales, y el país no tiene la capacidad de cumplir las exigencias de su exportación a los mercados argentino y brasileño
Bolivia apuesta a la planta fotovoltaica más grande y alta del mundo, ubicada en la población altiplánica de Ancotanga, con más de 300.000 paneles fotovoltaicos emplazados en 214 hectáreas. ¿El objetivo? dejar de depender de los combustibles fósiles y proyectar un futuro de energías renovables.

La gran apuesta del Gobierno boliviano es la electricidad en base a fuentes renovables frente a una menor producción de gas por la declinación de algunos campos y en ausencia de descubrimientos de nuevos pozos ante la falta de inversión. Bolivia ha firmado adendas en sus contratos de exportación de gas con Brasil y Argentina para disminuir volúmenes en los dos últimos años, según reporta el diario económico Gestion.pe en una nota elaborada por la agencia Reuters.

El plan nacional contempla la sustitución de los combustibles fósiles para que Bolivia pueda exportar electricidad a partir de la planta de Ancotanga, junto a otras similares y tres plantas eólicas.

Fuente: El Deber

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