Después de la extradición desde Cabo Verde a Estados Unidos del empresario colombiano Álex Saab, supuesto testaferro de Nicolás Maduro, el Gobierno venezolano volvió a detener a seis exejecutivos de Citgo Petroleum Corp. –filial de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA). Los exejecutivos habían sido puestos en libertad en mayo pasado para cumplir arresto domiciliario, en lo que se percibió ampliamente como un gesto de paz hacia Washington. Los detenidos son José Pereira Ruimwyk, expresidente de Citgo, y los exdirectivos Tomeu Vadell, Jorge Toledo, Gustavo Cárdenas, José Luis Zambrano y Alirio Zambrano.
Los hombres, presos en Caracas, fueron sentenciados a condenas de entre 8 y 13 años por corrupción, pero su familia y defensa han asegurado en reiteradas oportunidades que las acusaciones han sido un mecanismo usado en contra de Estados Unidos.

A mediados de este año se les había otorgado arresto domiciliario, luego de las denuncias sobre las deplorables condiciones a las que estaban sometidos en la cárcel del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) del Helicoide.

El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price, llamó esta semana a Venezuela a liberar a los seis exejecutivos de Citgo. “Tras haber pasado ya cuatro años detenidos injustamente en Venezuela (...), deberían ser liberados de forma inmediata e incondicional”, afirmó Price, quien también condenó al Gobierno venezolano por suspender los diálogos que se adelantaban en México con la oposición.

Pero, según le dijo a EL TIEMPO Wálter Molina, politólogo de la Universidad Central de Venezuela, el régimen de Maduro actúa bajo una lógica mafiosa y lo que pueda ocurrir con los exdirectivos dependerá en gran medida de lo que crea el Gobierno que puede lograr ofreciendo llevarlos nuevamente a prisión domiciliaria.

“Seguramente intentarán que se alivien algunas sanciones”, advierte Molina. En el país también estuvo detenido desde 2016 hasta 2018 el misionero mormón Joshua Holt, acusado junto con su esposa de tener un arma de guerra. Y desde 2020 están en prisión los estadounidenses Luke Denman y Airan Berry, sindicados de participar en la incursión marítima bautizada como Operación Gedeón, la cual, según los informes presentados por el oficialismo, buscaba derrocar al gobierno.

Fuente: El Tiempo