En el tema del litio, otra vez, el gobierno se va introduciendo en su propia encrucijada. ¿Ya no insistirá en sus negociaciones con la empresa alemana? En su reciente presentación en la Universidad de Columbia, EEUU, el presidente Arce habría dejado entrever que ahora el gobierno solamente apostará a nuevas empresas.
Al parecer, recién se dio cuenta de que no podrá llevar adelante los dos proyectos al mismo tiempo.

En el mejor de los casos, tendría que iniciar un nuevo proyecto con las tecnologías de extracción directa de litio (EDL). Sin embargo, esto no sólo implicaría una mayor inversión, sino también un nuevo retraso para el proyecto estratégico con el que el gobierno de Arce pretende “enfrentar las consecuencias del Covid-19”. En estas circunstancias, le sería prácticamente imposible cumplir su meta utópica de producir cátodos el 2024.

Pero, ¿por qué no podrá ejecutar los dos proyectos de manera simultánea? Por tres razones fundamentales. En primer lugar, si aplica las tecnologías EDL antes de las piscinas de silvinita y sales mixtas, podría afectar la provisión de materia prima para la planta industrial de cloruro de potasio (KCl). En este contexto, esta planta -que costó al pueblo boliviano alrededor de 200 millones de dólares- correría el riesgo de quedarse como un nuevo elefante blanco en el país.

Fuente: Página Siete

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