EL DEBER
Pablo Ulloa detiene a un pequeño chancho tropero entre sus brazos mientras otro de sus compañeros, que forma parte de equipos de veterinarios del Zoológico de Santa Cruz, le suministra un medicamento, que ayudará al diminuto mamífero a curarse. El animal fue rescatado por un grupo de voluntarios que se internó en uno de los varios puntos de quema en el municipio de Roboré, en donde las llamas destruyeron 95.000 hectáreas del bosque seco de la región: hogar de cientos de animales silvestres.
Lea la noticia>