Fuente: La Mañana de Neuquen
Se amplía el mapa del no convencional en Neuquén. La receta: los superpozos con más fracturas.
ExxonMobil se empezó a mover fuerte en Vaca Muerta. La gigante norteamericana no quiere perder pisada al tren del desarrollo masivo de los no convencionales, una carrera que se potenció este año, sobre todo en las condiciones por el precio del petróleo.
Antes del Precoloquio de IDEA realizado en Neuquén, la operadora blanqueó las aspiraciones de apretar el acelerador en la producción: el pase al “factory model” en el bloque Bajo del Choique-La Invernada, con una inversión estimada en u$s 2000 millones en cinco años.
El número implica llegar a una producción de petróleo de 55.000 barriles por día, una cifra que equivalen, si se dan todas las condiciones, al 40% de la producción de crudo que hoy tiene la cuenca neuquina. La operadora es socia con GyP, que tiene el 10% de la participación. Si los resultados y el contexto son los esperados en 2023, ExxonMobil podría avanzar a una segunda fase, produciendo hasta 75.000 barriles equivalentes de petróleo por día.
La apuesta es fuerte y se refleja en el espejo de los otros jugadores que hace unos meses ya apostaron sus fichas al complejo tablero de Vaca Muerta. En el caso de Shell, con el pase a desarrollo masivo del bloque Sierras Blancas, Cruz de Lorena y Coirón Amargo Suroeste (CASO), donde tiene el compromiso de llegar a 70.000 barriles diarios con unos 304 pozos.
El plan de Exxon es hacer 90 pozos horizontales, un know-how que ha desarrollado en forma eficiente en otras cuencas de los Estados Unidos con algunas medallas encima y cifras récord en Vaca Muerta: buscar una geología más rica, productiva y rentable con más de 3000 metros de rama lateral y 50 etapas de fractura.
“Nos alientan los excelentes resultados obtenidos en nuestro proyecto piloto en Neuquén y esperamos un aumento de la producción a través de esta expansión significativa”, dijo Staale Gjervik, vicepresidente senior de No Convencionales de ExxonMobil.
“Las reformas implementadas por los gobiernos federal y provincial han sido de importancia significativa para permitir que el desarrollo de Vaca Muerta se convierta en uno de los principales recursos energéticos del país”, agregó.
La actividad de Exxon en Argentina tiene más de 100 años y es pionera en los inicios extractivos, pero se asentó fuertemente en 2010 en la cuenca neuquina y en 2015 obtuvo la concesión de explotación para el bloque Bajo del Choique-La Invernada por 35 años. Hubo un programa de exploración en 2016 y actualmente tiene tres pozos en producción y tres adicionales para la etapa de desarrollo.
Otro impulso ambicioso
Más allá del anuncio presentado por la compañía, en febrero pasado solicitó la licencia ambiental en la Subsecretaría de Ambiente de la Provincia de Neuquén por un total de 174 pozos en 29 locaciones, un proyecto mucho más extenso y ambicioso.
Para mejorar el rendimiento, ExxonMobil tiene el objetivo no sólo de mejorar las etapas de fractura, a pesar de los costos (unos u$s 400 mil por cada una), sino de hacer más perforaciones por locación. El objetivo es llegar a las seis en promedio en cada PAD, con una superficie de 120 por 160 metros cada una. Se abrirán 7,8 kilómetros de nuevos caminos y 86 hectáreas de ocupación de superficie.
Durante el desarrollo, la petrolera construirá una instalación de producción central e infraestructura de exportación que se conectará al oleoducto de Oldelval y refinerías. Cabe señalar que meses atrás ExxonMobil adquirió la parte que tenía Pampa Energía en ese tendido por el que circula el 70% de la producción petrolera de Neuquén.
El proyecto, además, permitirá el aumento de la producción de hidrocarburos aprovechando la planta de tratamiento (EPF) y la posibilidad de su inmediato envío para la comercialización del gas por el gasoducto Bajo del Choique-Los Toldos I Sur y del petróleo con camiones por el descargadero operado por la operadora.
El anuncio de la operadora tuvo un alto impacto en el gobierno neuquino, que ya ve a Vaca Muerta como un factor que puede revertir el déficit macroeconómico del país, en determinados contextos de condiciones para la inversión. De hecho, es una de las pocas variables atractivas en el país.
“A finales de 2020 esa producción llegará a 20.000 barriles diarios y, al mismo tiempo, construirá un oleoducto de 55 kilómetros para llevar su producción al de Oldelval”, explicó.
“Quiero destacar la contribución a la generación de energía que está haciendo ExxonMobil, una empresa que tomó una decisión estratégica de corto, mediano y largo plazo”, concluyó.

