Investigación.
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ERBOL

La Paz
 
Según datos de las empresas consultoras Geodata, Eptisa y Tecsult que hicieron los estudios para las megahidroeléctricas de El Bala, Chepete, Rositas y Cachuela Esperanza, estos proyectos requieren una inversión de 11.795 millones de dólares, sin tomar en cuenta sus respectivas líneas de transmisión. “Esta cifra es superior a la actual deuda externa de Bolivia de 9.945 millones de dólares”, sostuvo el activista y dirigente indígena Alex Villca.
 
 Las cifras se dieron a conocer en la quinta edición de Verdades Ocultas: La Hora de la Naturaleza, que se transmite por Erbol todos los viernes a las 13:00, que estuvo dedicada a realizar un análisis comparativo de los impactos medioambientales, sociales y económicos de las megahidroeléctricas de El Bala, Chepete, Rositas y Cachuela Esperanza.
 
“El precio promedio al que el Brasil compra energía eléctrica de hidroeléctricas, según el anterior Ministro de Hidrocarburos y Energía, es de 52 USD/MWh. Para que estas hidroeléctricas sean rentables sus costos de generación deberían ser inferiores a esta cifra, sin embargo, el costo de energía de El Bala es 81 $us/MWh, Rositas 74 $us/MWh, Cachuela Esperanza 65 $us/MWh y Chepete 55 $us/MWh”, explicó Pablo Solón, director de la Fundación Solón.
 
 La investigadora Marielle Cauthin señaló que estas cuatro megahidroeléctricas afectarán a seis áreas protegidas entre las cuales destaca el Parque Nacional Madidi y señaló que en total inundarán 1.910 km2, “una extensión que es 12 veces la mancha urbana de la ciudad de La Paz que es de 149 km2”.
 
Alex Villca complementó que “estas inundaciones además de generar una gran deforestación y gases de efecto invernadero provocarían el desplazamiento de 7.000 y 8.000 personas y afectarán a territorios de las naciones  de mosetenes, lecos, tacanas, tchimanes, uchupiamonas, esse ejja, guaraníes y chacobos”.
 
ESCANDALOSO
 
Beneficio será para las constructoras
 
Según Alex Villca, Marielle Cauthin y Pablo Solón estas cuatro megahidroeléctricas sólo favorecerán a las compañías contratistas y subcontratistas, a los bancos, a las consultoras, a quienes las supervisen y a quienes reciban coimas.