Estaba completamente arruinado. Los acreedores no paraban de llamar a su puerta y sin un dólar en el bolsillo, la vida de Prudencio Unanue quedó en una encrucijada.
BBC Mundo

Con cuatro hijos que mantener, el inmigrante español tenía que hacer algo para salir del pozo en el que había caído, luego de que fracasara su humilde negocio de exportación de radios. Fue entonces cuando un amigo le ofreció que vendiera -cuanto antes- un cargamento de 500 cajas de sardinas proveniente de Marruecos.

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