Fuente: El Financiero
Precios bajos y competitivos de combustibles, gas y energía es lo que se preveía que habría en México con la apertura energética.
Una de las “banderas” de la anterior administración fue que al permitir la entrada de inversión privada al sector, los precios bajarían, principalmente el de los combustibles.
Sin embargo, hasta el momento esto sólo se ha reflejado en un desfile de marcas extranjeras como BP, ExxonMobil, Gulf, Total, además de las nacionales Oxxo Gas, Orsan, Petro 7, por mencionar algunas.
Pues el precio de los combustibles en Nuevo León, ha mostrado incrementos de 21.21 por ciento en la gasolina Magna, de 16.28 por ciento en la Premium y de 25.12 por ciento en el diésel, tomando la referencia del último precio reportado previo a la liberación de éstos y al cierre de diciembre de 2018.
El precio final de la gasolina está compuesto por el precio de referencia internacional, además de impuestos como IEPS e IVA; transporte, flete, distribución, y el margen comercial de menudeo.
Al 13 de diciembre la Comisión Reguladora de Energía (CRE) había expedido 12 mil 212 permisos para el expendió al público de gasolinas en el país, de esas 672 se ubican en Nuevo León.
Con cifras al tercer trimestre del año pasado, Pemex dijo tener 10 mil 439 estaciones de servicio incorporadas a su franquicia, esto representó una disminución del 13.1 por ciento con respecto a las 12 mil 007 registradas en el mismo periodo del año pasado.
“Sin embargo, en adición a las primeras, existen mil 192 estaciones de servicio a las cuales Pemex suministra combustible. De éstas 359 operan bajo la franquicia Pemex, diez mil 393 son privadas y operan como franquicias, en tanto que los 46 restantes, son propiedad de Pemex TRI”.
De acuerdo con datos de la CRE, el valor de mercado de este sector en el país es superior a los 440 mil millones de pesos.
SIN BENEFICIOS AL CONSUMIDOR, AÚN
“El mercado de combustibles en México sin duda representa una gran oportunidad de inversión para las marcas extranjeras, sin embargo, pese a la llegada de competidores, no se han visto beneficios al consumidor final, al contrario, en algunas de estas gasolineras incluso el precio es un poco más elevado que en la ya tradicional marca Pemex, que todos los mexicanos conocemos.
Lo anterior se debe a que la mayoría de los nuevos competidores de expendio lo único que han realizado es cambiar la imagen de su gasolinera a través del abanderamiento de una marca de renombre, sin embargo, el producto que venden sigue siendo el mismo producto de Pemex que hemos consumido a través de todos estos años, entonces ¿a qué estamos jugando?”, dijo Carlos Villarreal Mata, director de Estrategias Comerciales y socios del área de Hidrocarburos del Despacho Elizondo Cantú.
SERVICIO ANTE ALZA DE PRECIO: ESPECIALISTA
Por su parte, Claudia Quintanilla, profesora investigadora en Mercadotecnia de Egade Business School, consideró que las marcas cuyos consumidores no han visto reflejado ahorros en su bolsillo, están trabajando en crear lealtad.
Destacó que aquellas que estén al pendiente de las necesidades del consumidor, serán las que podrán sobresalir ante un mercado en el que aún no es posible competir con precio, sino con servicio.
“Desde la perspectiva del consumidor, lo que observo es que quien conozca mejor qué es lo que está buscando en sus clientes al comprar la gasolina, es al que le va a ir en mejor. Porque toda marca para construir valor necesitan estar escuchando a sus consumidores.
Hay unas opciones como Oxxo Gas, Petro Seven que ya tienen tiempo dirigiéndonos promociones de boletos de cine, artículos para el hogar, sartenes, de diferentes categorías de productos; no es con otro fin que el de generar lealtad”, comentó.
La especialista destacó que “lo que va a ser importante es conocer si estos consumidores le dan valor a las promociones o si en realidad es más importante comprar litros completos”.
“Muchas de las marcas se han ido directo con el atributo confianza, no lo están haciendo mal, porque es lo primero que se tiene que ganar; hay otras como Rendichicas, que no lo están haciendo directamente con la confianza pero están construyéndola a través de elementos como el emplear sólo a mujeres para atenderlas, ya que éstas trasmiten más confianza. Hay otras en el Sur, como La Gas, que construyen la relación con el cliente a través de aplicaciones, blogs, medios digitales”, indicó.
INCREMENTAR LA RED PARA ASEGURAR VOLUMEN DE VENTAS
Villarreal Mata consideró que, al no haber infraestructura necesaria para lleva a cabo una importación de combustible eficiente, las gasolineras extranjeras, principalmente se han dedicado a crecer su red de distribución “de manera inteligente, lo que han buscado es disminuir los riesgos inherentes en la inversión de infraestructura y de las eventualidades derivadas por el clima político”.
Mencionó que lo anterior les aseguraría el volumen de ventas necesarias para “ahora sí poder justificar la inversión en infraestructura para la importación y almacenamiento de combustibles”.
Quintanilla dijo que si bien la distribución o localización de la gasolinera será un atributo importante para que el consumidor la prefiera, éste no será el único.
“La marca primero tiene un objetivo que la reconozcas, de muchas, que la diferencies y después es que la prefieras, y para preferirla me tiene que dar algo a cambio que a mí me haga feliz. Yo necesito ver qué atributos que yo valor ella me da. La lealtad es el aspiracional de todo el que hace marketing”, dijo.
ANTE DESABASTO IMPERÓ NECESIDAD DEL PRODUCTO
Ante el desabasto que imperó hace unos días en la zona metropolitana de Monterrey, los consumidores dejaron de lado el precio y el servicio que ofrecen las distintas marcas de gasolineras, sino que éstos buscaron certidumbre de producto.
Si bien mientras las largas filas se dejaban ver, de manera temporal, en aquellas estaciones de servicio que contaban con producto, éstas se mantenían permanentes en las estaciones Mobil.
De acuerdo con expertos, esto se debía a que la compañía estadounidense cuenta con sus propios tanques de almacenamiento, pipas y combustible traído desde las refinerías de Estados Unidos, por lo que el problema de desabasto en estas fue poco o casi nulo.
El desabasto fue provocado debido a la estrategia implementada por el gobierno federal para combatir el robo de combustibles a los ductos de Pemex; esta consistió en repartirlo a través de pipas lo que retrasó el abasto a las estaciones de servicio.