EL PAIS / TARIJA
El economista e investigador del Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo (INESAD), Carlos Gustavo Machicado, basándose en un enfoque neoclásico, dice haber confirmado la importancia de la Productividad Total de los Factores (PTF) en explicar el crecimiento económico de largo plazo de Bolivia, y que en ese sentido, la baja productividad sigue siendo “el talón de Aquiles de la economía boliviana”.

El economista e investigador del Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo (INESAD), Carlos Gustavo Machicado, basándose en un enfoque neoclásico, dice haber confirmado la importancia de la Productividad Total de los Factores (PTF) en explicar el crecimiento económico de largo plazo de Bolivia, y que en ese sentido, la baja productividad sigue siendo “el talón de Aquiles de la economía boliviana”.

Machicado analiza en un reciente trabajo el crecimiento económico de largo plazo de Bolivia entre 1950 y 2015, identificando sus causas próximas a través de un ejercicio de contabilidad del crecimiento, que considera los efectos directos e indirectos de la PTF sobre el PIB por trabajador.
“Uno los resultados más importantes es que la baja tasa de crecimiento del PIB por persona en edad de trabajar, que es de 0,77% entre 1950-2015, se explica por un crecimiento muy bajo de la PTF, la cual crece a 0,21%”, afirma.
Asimismo, el experto observa que dentro de los períodos de mayor crecimiento, que fueron el de 1960-1977 y el de 2002-2015, el crecimiento de la PTF explica el crecimiento del primero, pero no del segundo, “que más bien se explica por el crecimiento del trabajo ajustado”.
Periodos de crecimiento y de crisis
Según el análisis de Machicado, el período de mayor crecimiento ha sido el que él denomina como “de estabilización y crecimiento” (1960-1977), con una tasa de crecimiento de 3,1% del PIB por trabajador, seguido del período de “nacionalización y crecimiento” (2002-2015), con una tasa de crecimiento de 2,21% del PIB por trabajador.
Los períodos de crisis más fuertes fueron el de la Revolución Nacional (1952-1959) y el período de crisis de la deuda (1978-1986), donde el PIB por trabajador tuvo un crecimiento negativo a una tasa de -3,68%. “De hecho”, afirma el autor, “es en este período en que todo el desarrollo que se había logrado en el período anterior, no solamente se lo perdió, sino que Bolivia se rezagó mucho más, incluso frente a otros países”.
Los ejercicios de contabilidad del crecimiento y del desarrollo realizados por el investigador “muestran que en general la causa del bajo crecimiento del PIB por trabajador se debe al bajo nivel de productividad, que después de haber tenido un crecimiento importante en la década de los 60s y principios de los 70s, tuvo una caída continua prácticamente durante los 80s, 90s y 2000, estabilizándose solamente en el último período”.
Esto significa que la contribución de la PTF a la tasa de crecimiento promedio entre 1950-2015 apenas fue de 0,21%. En cambio, la PTF creció más en el periodo 1960-1977, que es cuando más crece la economía boliviana: la PTF creció en 4,1%. Lo contrario ocurre en el período de crisis de deuda (1978-1986) en que la PTF muestra un crecimiento negativo a una tasa de -7,9%.
El experto nota que “en todos los sub-períodos, siempre algún factor o la productividad tienen una contribución negativa al crecimiento. Este patrón se rompe en el período de nacionalización y crecimiento”, en el que la economía crece a una tasa de 2,18%, la que es explicada por un crecimiento de la PTF de 0,36%, del factor capital de 0,65% y del factor trabajo de 1,17%.
La brecha continúa
En reiteradas oportunidades, el vicepresidente Álvaro García Linera ha afirmado que en 2006 la economía chilena era 15 veces mayor que la boliviana, que en los últimos años la diferencia se ha recortado a la mitad, y que entre 2027 y 2028 Bolivia alcanzará o superará a Chile en poderío económico.
Aprovechando aquello, Machicado realiza un ejercicio de contabilidad del desarrollo (en tasas de crecimiento y niveles) comparando el desempeño de la economía boliviana con la economía chilena.
Encontró que “a inicios de la década del 50 el PIB por trabajador de Bolivia representaba el 65% del PIB por trabajador de Chile y se deterioró durante toda la década, para luego recuperarse ligeramente en la década de los 60s y dar un salto muy importante en la primera mitad de los 70s”.
En 1971 el tamaño del PIB relativo era de 50% y pasa al 82% en 1976, que es el PIB relativo más alto que se tuvo con respecto a Chile. A partir de ese año hay una caída sostenida, con una leve recuperación en 1982: el PIB por trabajador relativo pasa de 66% en 1982 a 30,9% en 2007, siendo este el nivel más bajo. Existe una leve recuperación al 2015, llegando a situarse en 32,6%.
Asimismo, entre 1959 y 1976 Bolivia tuvo tasas de crecimiento del PIB por trabajador mayores que las que tuvo Chile, lo que significa que en este período Bolivia acortó distancias con Chile. Pero luego, durante los 80s la brecha de crecimiento volvió a agrandarse, alcanzando su máximo nivel en 1989 con una brecha de 3,34%.
“En este período, todo el avance de la década de los 60s y principios de los 70s se perdió y además nos alejamos más de Chile. Pero, a partir de 1990 esta brecha de crecimiento se empieza a achicar de nuevo y si bien todavía no hemos logrado superar el crecimiento del PIB por trabajador de Chile, la brecha es mucho menor con una diferencia de solamente 0,55% el año 2015”, agrega.
El investigador también encuentra que el retraso con Chile “se debe únicamente a un retraso también en la productividad. La brecha de productividad con ese país se ha ampliado continuamente”.
Mientras que la PTF de Bolivia representaba el 62% de la PTF de Chile en el período 1952-1959, en el período 2002-2015, ésta representa el 25%. “En tasas de crecimiento la brecha se ha cerrado levemente en los últimos años, pero sigue siendo favorable a Chile”.