Al menos 10 mil hectáreas de cultivo de banano se inundaron en el trópico cochabambino, causando pérdidas millonarias a los comunarios y empresarios productores, reportaron ayer representantes de la Unión de Bananeros del Trópico Cochabambino (Unaban) y de la Cámara Agropecuaria de Cochabamba (CAC).
FUENTE: LOS TIEMPOS

El gobernador de Cochabamba, Iván Canelas, dijo a los medios de comunicación que tenía el informe de que las últimas lluvias e inundaciones habían dejado en el trópico cochabambino unas 5 mil hectáreas afectadas, además de unas 7.500 familias damnificadas. Poco después, el coordinador de la CAC, Rolando Morales, elevó la cifra a 7 mil hectáreas, pero finalmente el representante legal de Unaban, Andy Choque, quien dijo que llegaba de Chapare, donde había realizado una inspección con representantes del Fondo Nacional de Desarrollo Integral (Fonadin), declaró que se había contabilizado al menos 10 mil hectáreas inundadas.

Según Choque, las cifras iniciales (unas 7 mil hectáreas) sólo consideraban el banano de exportación, mientras que si se considera la fruta destinada al mercado interno se llega a las 10 mil hectáreas. Tanto Morales como Choque explicaron que entre las hectáreas reportadas también figuran cultivos de palmito, piña y cítricos, pero prácticamente el 95 por ciento corresponde a banano. “Nosotros calculamos unos 3 mil dólares de inversión por hectárea”, indicó Choque, quien consideró que, de verificarse estas cifras, se tendrían unos 30 millones de dólares de pérdidas. Según Choque, el problema del banano es el profundo estrés que sufre la planta al recibir agua en exceso y regresar de forma violenta a un clima cálido.

Morales, por su parte, dijo que además se recibieron los reportes de fruto cosechado y perdido, equivalente a 15 mil cajas de exportación. Añadió que estos reportes se están recibiendo paulatinamente de los productores y alcaldías, y que los municipios más afectados son Villa Tunari, Chimoré y Puerto Villarroel. Por su parte, el responsable de la Unidad de Gestión de Riesgos del municipio de Puerto Villarroel, Juan Flores, dijo que hasta la fecha se había contabilizado unas 350 hectáreas de banano afectado, sobre todo en las orillas de los ríos.

Flores dijo que las lluvias fueron continuas desde el pasado 9 de enero y que los ríos que se desbordaron son el Chimoré, Sajta, Ichilo, Ivirgarzama, Mariposas, Leches, La Chancadora y Cristal. Según Flores, el problema es que los ríos han perdido profundidad al menos en medio metro, tienen mucho sedimento y causan inundaciones continuas, por lo que urge hacer trabajos de extracción de sedimentos. 3 mil dólares por hectárea es lo que calculan que pierden los bananeros del trópico cochabambino con las inundaciones.

PUERTO VILLARROEL. TAREAS DE RESCATE Y CONTINGENCIA El responsable de UGR de Santa Cruz, Juan Flores, dijo que, por ahora, se están realizando trabajos de rescate y contingencia con soldados de la base naval en el lugar. El municipio, en coordinación con los médicos, realiza la atención de familias afectadas de la comunidad San Marcos y puerto Chimoré. También se dotó de alimentos a las familias damnificadas, con prioridad a niños y mujeres. La Gobernación, en tanto, habilita caminos de acceso a las zonas afectadas por las inundaciones.

3.705 HA DE CULTIVOS PERDIDAS EN SANTA CRUZ Las constantes lluvias e inundaciones afectaron 3.705 hectáreas de cultivos de maíz, arroz, soya, frijol, sorgo y caña en ocho municipios de Santa Cruz.

Aunque la pérdida económica aún no fue cuantificada, el presidente de la Asociación de Municipios (Amdecruz), Rodolfo Vallejos, dijo que estos municipios se hallan en estado de emergencia. El reporte de la asociación indica que son 104 comunidades afectadas y 2.707 familias de los municipios de Lagunillas, Cuevo, Yapacaní, San Juan, La Guardia, Pampagrande, Okinawa y Saipina.

La afectación incluye la pérdida de animales como cerdos y aves de corral. “Todos los municipios de la zona baja tienen el riesgo y el peligro de ser inundados en una crecida de los ríos Grande e Ichilo”, indicó Vallejos, a tiempo de mencionar que la época de lluvia recién ha comenzado.