FUENTE: EL DÍA
El comercio exterior boliviano, este 2018 ha tenido una leve recuperación, lo que se ve reflejado en la balanza comercial cuyo déficit se redujo de $us 970 millones de dólares con los que cerró el 2017 a $us 365 millones de dólares. De acuerdo al Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), esta mejoría, tiene que ver con un mejor desempeño de su sector externo. Déficit consecutivos reducen las reservas internacionales. Reinaldo Díaz, presidente del IBCE, indicó que Bolivia registró déficits consecutivos de 843 millones de dólares (2015), de 1.305 millones (2016) y de 970 millones (2017) haciendo caer las Reservas Internacionales Netas (RIN) del Banco Central por más de 3.000 millones en el último trienio.
"Las RIN hasta noviembre de 2018 han caído a su nivel más bajo en diez años y que las mismas son de vital importancia para la estabilidad económica y el respaldo de la moneda nacional, urge mejorar el desempeño del sector externo generando nuevamente excedentes, con la combinación de una política de promoción selectiva de exportaciones y una política de sustitución competitiva de importaciones, a lo que podría contribuir fuertemente la libre exportación de excedentes, pero también el pleno uso de la biotecnología en el agro, pues si hay un sector que puede reaccionar rápidamente en función de los grandes mercados que se están abriendo -como China, Rusia y Vietnam- es cabalmente el sector agroalimentario”, señaló Díaz.
Exportaciones crecieron más frente a las importaciones. La recuperación del comercio exterior se debió a que las importaciones tuvieron una menor dinámica de crecimiento (6%) frente a las exportaciones que crecieron al doble (13%).
El déficit a octubre llegó a 365 millones de dólares, 50% menos que en igual lapso del 2017. “El mejor desempeño de las ventas se debió al benéfico 'efecto-precio'; pese a que el volumen exportado cayó un 0,5% el valor subió 13%, por la mejora de las cotizaciones, lo que demuestra nuestra condición de 'país tomador de precios', principalmente en hidrocarburos y minerales, frente a lo cual no queda otra opción que dar un golpe de timón a la política comercial y potenciar las exportaciones no tradicionales, algo que podría impulsar una fuerte inversión en el agro, sector forestal y manufacturero y, con ello, más movimiento económico, empleos e ingresos”, indicó.
Se debe trabajar en las políticas públicas. Díaz recomendó también gestar políticas públicas dirigidas a mejorar la productividad y la competitividad de Bolivia, frente a un problemático entorno signado por un tipo de cambio fijo en el país desde el año 2011, habiéndose registrado profundas devaluaciones en los países vecinos. 80 Por ciento de crecimiento registraron las exportaciones no tradicionales hasta octubre.
El comercio exterior boliviano, este 2018 ha tenido una leve recuperación, lo que se ve reflejado en la balanza comercial cuyo déficit se redujo de $us 970 millones de dólares con los que cerró el 2017 a $us 365 millones de dólares. De acuerdo al Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), esta mejoría, tiene que ver con un mejor desempeño de su sector externo. Déficit consecutivos reducen las reservas internacionales. Reinaldo Díaz, presidente del IBCE, indicó que Bolivia registró déficits consecutivos de 843 millones de dólares (2015), de 1.305 millones (2016) y de 970 millones (2017) haciendo caer las Reservas Internacionales Netas (RIN) del Banco Central por más de 3.000 millones en el último trienio.
"Las RIN hasta noviembre de 2018 han caído a su nivel más bajo en diez años y que las mismas son de vital importancia para la estabilidad económica y el respaldo de la moneda nacional, urge mejorar el desempeño del sector externo generando nuevamente excedentes, con la combinación de una política de promoción selectiva de exportaciones y una política de sustitución competitiva de importaciones, a lo que podría contribuir fuertemente la libre exportación de excedentes, pero también el pleno uso de la biotecnología en el agro, pues si hay un sector que puede reaccionar rápidamente en función de los grandes mercados que se están abriendo -como China, Rusia y Vietnam- es cabalmente el sector agroalimentario”, señaló Díaz.
Exportaciones crecieron más frente a las importaciones. La recuperación del comercio exterior se debió a que las importaciones tuvieron una menor dinámica de crecimiento (6%) frente a las exportaciones que crecieron al doble (13%).
El déficit a octubre llegó a 365 millones de dólares, 50% menos que en igual lapso del 2017. “El mejor desempeño de las ventas se debió al benéfico 'efecto-precio'; pese a que el volumen exportado cayó un 0,5% el valor subió 13%, por la mejora de las cotizaciones, lo que demuestra nuestra condición de 'país tomador de precios', principalmente en hidrocarburos y minerales, frente a lo cual no queda otra opción que dar un golpe de timón a la política comercial y potenciar las exportaciones no tradicionales, algo que podría impulsar una fuerte inversión en el agro, sector forestal y manufacturero y, con ello, más movimiento económico, empleos e ingresos”, indicó.
Se debe trabajar en las políticas públicas. Díaz recomendó también gestar políticas públicas dirigidas a mejorar la productividad y la competitividad de Bolivia, frente a un problemático entorno signado por un tipo de cambio fijo en el país desde el año 2011, habiéndose registrado profundas devaluaciones en los países vecinos. 80 Por ciento de crecimiento registraron las exportaciones no tradicionales hasta octubre.