Los empresarios gastronómicos aseguran que no crecen en los niveles que dice el Gobierno porque la informalidad abarca el 70% de negocios e impide facturar como se debería. Señalan que los datos del Gobierno son mentirosos.
FUENTE: EL MUNDO

Crisis, reducción de personal y despidos desde enero. Eso es lo que puede generar el pago del segundo aguinaldo a los empresarios gastronómicos de Santa Cruz, porque aseguran que no están en condiciones de cumplir con esa obligación impuesta por el Gobierno nacional.

Los empresarios aglutinados en la Cámara de Empresarios Gastronómicos de Santa Cruz realizaron ayer una asamblea extraordinaria y se declararon en emergencia. Javier Aguilera, presidente de la cámara, indicó que el segundo aguinaldo no corresponde porque se basa en números mentirosos del crecimiento, de hecho consideran que el doble aguinaldo no debería existir.

El dirigente señaló que algunos han crecido un 2% en la facturación, pero a un gran porcentaje le ha ido mal por diversos motivos, entre ellos el tema de la informalidad. “Solo el 30% de los negocios de comida son formales, el 70% son informales, negocios de comidas significa no solo los restaurantes, son los carritos food truck, la gente que cocina en su casa, la gente que cocina en los barrios. Hay un gran porcentaje de los negocios de la comida que es informal, eso afecta en el precio, en la competencia, no se puede cobrar lo que se debería cobrar”, expresó Aguilera.

Agregó que con empleados caros no no tiene sentido tener a un persona pelando papa si se puede comprar una peladora de papa o directamente se compra la papa pelada. “Si ya los empleados se vuelven caros, se vuelve inviable la sucursal, entonces la cierro. No hace mucho un restaurante cerró 15 sucursales, 150 empleados menos”, afirmó el representante de los empresarios gastronómicos. El sector es uno más que se suma al rechazo del segundo aguinaldo.

Forestales ven complicada su situación

Consultado sobre el segundo aguinaldo, el presidente de la Cámara Forestal de Bolivia, Diego Justiniano, señaló que al igual que muchos sectores de la economía boliviana, el forestal arrastra una crisis muy compleja desde hace 6 años y este 2018, gracias a los esfuerzos empresariales en la búsqueda de mercados externos, están intentando reactivar la economía forestal, no solo de los empresarios sino de todos los actores, es decir, indígenas, campesinos, pequeñas, medianas y grandes empresas.

En ese contexto, consideran que obligarlos a pagar un segundo aguinaldo los pone en una delicada situación, ya que los últimos años han tenido un importante decrecimiento económico. Justiniano agregó que en los últimos seis años se cerraron 3.000 unidades productivas y 25.000 se quedaron sin trabajo.