FUENTE: EL MUNDO
Lejos de cifras oficiales, la demanda de empleo se siente y se escucha en la calle Monseñor Salvatierra, allí donde hombres y mujeres desempleados rodean de forma rápida a cualquier vehículo que se acerque a una agencia de empleos. En un espacio de una cuadra y media casi dos centenares de personas esperan un trabajo como doméstica, albañil, eléctrico o cualquier otro oficio que permita poder ganar por lo menos para la comida del día.
Entre medio de estas personas, también circulan los desempleados que apostaron por el autoempleo, tales como vendedores de somó u otros artículos como cotonetes y cepillo dental. Jorge Akamine, presidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz, llama jornaleros a las personas que están a la pesca de un empleo, mano de obra que siempre va estar a disposición, pero que a fin de año aumenta más de lo normal.
Pero la demanda de empleo también se da en la arena virtual, así por ejemplo la empresa Tumomo tiene registradas 200.000 personas con formación a la espera de un oportunidad laboral. El portal digital es www.tumomopegas.com y allí también hay registradas 735 empresas que usualmente contratan personal.
Mónica Vásquez, jefe de Marketing de Tumomo, indicó que en el momento que una empresa anuncia la contratación de personal para un cargo específico, se le envía los currículums de las 10 mejores personas registradas en el portal. “Hay empresas que están registradas, pero no están con oferta de trabajo porque en su momento lograron incorporar personal.
Esas empresas siguen con su cuenta activa y en cualquier momento van a ingresar y volver a buscar personal”, afirmó Vásquez. La ejecutiva de Tumomo agregó que las temporadas altas de contratación de personal son de mayo a junio y de noviembre a diciembre.
A juicio de Jorge Akamine, la desaceleración económica, la presión fiscal y el anuncio del doble aguinaldo influyen para que haya mayor oferta de mano de obra calificada, vale decir, personas con formación académica. Subrayó que ante los elevados costos laborales las empresas dejan de contratar y se forma una barrera que impide la entrada de jóvenes profesionales al mercado laboral. Algunas empresas comienzan a eliminar algunos puestos de trabajo y optan por la reestructuración para tener ahorro en sus costos.
Datos En los barrios periféricos la gente opta por la venta de algún producto para tener ingresos.
Lejos de cifras oficiales, la demanda de empleo se siente y se escucha en la calle Monseñor Salvatierra, allí donde hombres y mujeres desempleados rodean de forma rápida a cualquier vehículo que se acerque a una agencia de empleos. En un espacio de una cuadra y media casi dos centenares de personas esperan un trabajo como doméstica, albañil, eléctrico o cualquier otro oficio que permita poder ganar por lo menos para la comida del día.
Entre medio de estas personas, también circulan los desempleados que apostaron por el autoempleo, tales como vendedores de somó u otros artículos como cotonetes y cepillo dental. Jorge Akamine, presidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz, llama jornaleros a las personas que están a la pesca de un empleo, mano de obra que siempre va estar a disposición, pero que a fin de año aumenta más de lo normal.
Pero la demanda de empleo también se da en la arena virtual, así por ejemplo la empresa Tumomo tiene registradas 200.000 personas con formación a la espera de un oportunidad laboral. El portal digital es www.tumomopegas.com y allí también hay registradas 735 empresas que usualmente contratan personal.
Mónica Vásquez, jefe de Marketing de Tumomo, indicó que en el momento que una empresa anuncia la contratación de personal para un cargo específico, se le envía los currículums de las 10 mejores personas registradas en el portal. “Hay empresas que están registradas, pero no están con oferta de trabajo porque en su momento lograron incorporar personal.
Esas empresas siguen con su cuenta activa y en cualquier momento van a ingresar y volver a buscar personal”, afirmó Vásquez. La ejecutiva de Tumomo agregó que las temporadas altas de contratación de personal son de mayo a junio y de noviembre a diciembre.
A juicio de Jorge Akamine, la desaceleración económica, la presión fiscal y el anuncio del doble aguinaldo influyen para que haya mayor oferta de mano de obra calificada, vale decir, personas con formación académica. Subrayó que ante los elevados costos laborales las empresas dejan de contratar y se forma una barrera que impide la entrada de jóvenes profesionales al mercado laboral. Algunas empresas comienzan a eliminar algunos puestos de trabajo y optan por la reestructuración para tener ahorro en sus costos.
Datos En los barrios periféricos la gente opta por la venta de algún producto para tener ingresos.