El Gobierno prevé un crecimiento del PIB superior al 4,5%. Mientras la inflación está en 0,80 centavos de dólar.
FUENTE: EL DÍA

Pese a que la economía de Bolivia, a diferencia de otros países de la región, muestra signos de estabilidad; para los economistas Germán Molina y Armando Méndez, en el largo plazo las señales son de inquietud, basada en tres aspectos: déficit fiscal, déficit de balanza comercial, acompañado de una desacumulación de las reservas internacionales netas del BCB. Según Molina, nuestro país tiene una economía pequeña, abierta y altamente vulnerable al comportamiento del sector externo porque es tomador de precios y concentrado en un producto que es el gas destinado a dos mercados, el de Brasil y la Argentina.

"Si bien son contratos a largo plazo, en la actualidad solo disponemos lo necesario para cubrir la actual demanda de consumo interno y honrar los convenios suscritos, no existiendo nuevos mercados", precisó el experto. En perspectiva. Armando Méndez, a tiempo de destacar que por el momento se tiene estabilidad, debido a que las cifras como la deuda externa y las reservas internacionales, siguen dándole oxígeno al comportamiento actual de la economía, señala que no es para “confiarse en el futuro” no muy lejano. "En el corto plazo no vamos a tener problemas", enfatiza Méndez, al mencionar que en el largo plazo podrían sentirse preocupaciones dado que la economía está funcionando mucho con el impulso gasto fiscal, gasto público de empresas estatales. "Ese gasto está creando déficit que significa endeudamiento.

Por el momento no haya problema, dado que la deuda externa creada en los últimos años es aún sostenible como efecto de la condonación hace 12 años atrás. Pero si el déficit sigue creciendo, ese déficit se vuelve externo, al acudir a la deuda externa, podríamos tener problemas muy serios", advierte Méndez. Otras atenuantes. Respecto al sector minero, señala Molina, que es otro rubro importante en la composición de las exportaciones, se vino realizando operaciones en yacimientos existentes donde los costos de producción son elevados y se volvieron atractivos por la elevación de los precios internacionales y permanecerán en operación mientras se mantenga la bonanza externa.

Los sectores hidrocarburos y minería representan más de dos tercios del total de las exportaciones y la diferencia con tendencia a disminuir a los productos no tradicionales. "La demora en el pago de las facturas de gas a nuestro país, afecta el stock de nuestras reservas internacionales netas del BCB, como viene sucediendo al mes de septiembre del 2018, porque la República Argentina debe a Bolivia $us 250 millones y el nivel de las RIN están por debajo de los $US 9.000 millones", asegura Molina. Asimismo, los expertos alertan que una mayor intervención del Estado en la economía generará en el mediano y largo plazo un mayor incremento de la deuda externa, porque la eficiencia en la asignación de los recursos mediante mecanismos de mercado, son sustituidos por decisiones colectivas no eficientes.