ELPAIS.COM
Donald Trump aprovechó este martes su segunda intervención en la Asamblea General de la ONU, quintaesencia de la multilateralidad y el diálogo internacional, para agudizar el giro nacionalista de su discurso, cada vez más alérgico a la globalización, y redoblar las amenazas contra Irán y China. Desde lo alto del atril, adonde llegó más tarde de la hora prevista, el presidente de Estados Unidos también reclamó a los países miembros el aislamiento del régimen de Teherán, que calificó de “patrocinador del terrorismo”, y avanzó nuevas sanciones por su carrera nuclear. A Pekín le advirtió de que no tolerará sus “distorsiones” del mercado y dejó claro que la tormenta arancelaria no amainará.
Lea la noticia>
Donald Trump aprovechó este martes su segunda intervención en la Asamblea General de la ONU, quintaesencia de la multilateralidad y el diálogo internacional, para agudizar el giro nacionalista de su discurso, cada vez más alérgico a la globalización, y redoblar las amenazas contra Irán y China. Desde lo alto del atril, adonde llegó más tarde de la hora prevista, el presidente de Estados Unidos también reclamó a los países miembros el aislamiento del régimen de Teherán, que calificó de “patrocinador del terrorismo”, y avanzó nuevas sanciones por su carrera nuclear. A Pekín le advirtió de que no tolerará sus “distorsiones” del mercado y dejó claro que la tormenta arancelaria no amainará.
Lea la noticia>