La secuencia genética de una adolescente que vivió hace más de 50.000 años en Siberia muestra que nació de una neandertal y un denisovano.
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Hace más de 50.000 años, una mujer neandertal y un hombre denisovano practicaron sexo y unos meses después ella dio a luz a una niña. Muchos siglos más tarde, en una cueva siberiana junto a las montañas de Altái, se encontraron los huesos que dejó aquella mujer híbrida, que tendría unos 13 años cuando murió. Desde hace casi una década se sabe que neandertales, denisovanos y humanos modernos tuvieron descendencia en algunas circunstancias, pero nunca se había encontrado a un hijo de una pareja mixta.

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