Trump y Juncker acuerdan no imponer nuevos aranceles pero se mantienen por ahora las barreras de EE UU al acero y las contramedidas europeas.
ELPAIS.COM

La reunión este miércoles en la Casa Blanca entre Donald Trump y Jean-Claude Juncker empezó bajo claros signos de pesimismo pero terminó con un inesperado acuerdo que frena la guerra comercial entre Washington y Bruselas. Los presidentes de Estados Unidos y la Comisión Europea acordaron la creación de un grupo de trabajo para negociar divergencias arancelarias. Mientras se lleven a cabo las conversaciones, ninguno de los dos bloques impondrá nuevas barreras comerciales al otro. Es decir, por ahora no llegarán los temidos impuestos estadounidenses a los coches europeos ni la pertinente represalia comunitaria. Pese a la tregua, hasta que no se alcance un entendimiento, se mantendrán los aranceles al acero y al aluminio decretados por Washington y las represalias de Bruselas. La Unión Europea, además, prometió importar más soja y gas natural licuado procedente de EE UU, lo que podría rebajar su dependencia de Rusia.

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