Fuente: El Economista
Bolivia es el mayor exportador de gas natural de Sudamérica y depende de ese recurso para sus ingresos, pero el crecimiento de la producción en Argentina y Brasil y las renegociaciones de contratos amenazan su posición en momentos en que su producción y sus reservas están en caída.
Daniel Redondo, secretario de planeamiento energético del Ministerio de Energía y Minería de Argentina, dijo ante un grupo de empresarios japoneses que el país quiere revisar su contrato de importaciones de gas con Bolivia -que expira en el 2026- para permitir cambios según la estación del año, lo que podría reducir drásticamente sus costosas compras de GNL en invierno.
"Vamos a necesitar importar GNL durante el invierno, excepto que lleguemos a un acuerdo con Bolivia (para) que el suministro (de gas natural) en lugar de ser 'flat' (fijo) a lo largo de todo el año tenga un pico en invierno. Es algo que quisiéramos hacer", explicó.
"Nosotros creemos que Argentina, por el desarrollo de Vaca Muerta, puede abastecer el 100 por ciento de la demanda del país en el 2021 con excepción de los meses de invierno", dijo Redondo.
Argentina, que alguna vez fue un exportador neto de energía, importa el 20 por ciento de su consumo de gas natural.