FUENTE: PÁGIAN SIETE
El ministro de Minería, César Navarro, admitió ayer que el complejo metalúrgico de Karachipampa tiene dificultades para volver a operar. “Tuvimos que contratar expertos en hornos Kivcet italianos. Vinieron a hacer una inspección y expresaron que la concepción y la construcción del horno de Karachipampa no responde a un modelo Kivcet a nivel mundial”, explicó la autoridad.
El horno de fundición que presenta fallas es una herramienta indispensable en la cadena de producción del complejo. A mediados de agosto del año pasado, un grupo de especialistas metalúrgicos italianos llegó a Potosí para realizar una revisión técnica. En su informe final, los expertos manifestaron que el Kivcet instalado en la planta potosina no corresponde a las características de un horno de fundición. “La concepción y la construcción no tienen relación con los hornos Kivcet de Italia, China y Canadá; por lo tanto, el horno Kivcet de Karachipampa ha sido una estafa para el pueblo potosino y el pueblo boliviano a finales del 70 e inicios de los 80 (del siglo pasado)”, precisó Navarro.
Añadió que junto con la Comibol se elabora un proyecto para instalar una nueva fundidora. “Lamentablemente, el horno Kivcet tiene grandes y serios problemas. Entonces estamos en un trabajo con la Corporación Minera de Bolivia, para que haya un rediseño o la construcción de un nuevo horno”, añadió. En octubre de 2014, el Gobierno destinó tres millones de bolivianos para la reparación del horno, pero a pesar de los trabajos realizados, éste aún presenta fallas y no puede ser operado.
Consultado respecto a la pérdida de la inversión que demandó la reparación del Kivcet, Navarro negó esa posibilidad, al asegurar que poner en marcha la herramienta era necesaria para saber si estaba en condiciones. “No hay ninguna inversión perdida, porque lo que hemos demostrado es primero que Karachipampa es un proyecto rentable y no podíamos demostrar los grandes problemas si no lo poníamos en práctica”, apuntó. El horno Kivcet de la planta metalúrgica fue encendido por primera vez el 2 de enero de 2013. Días después, la fundidora dejó de operar por una falla técnica en el turboexpansor. El viernes 3 de octubre de 2014 se produjo una explosión en el horno debido a la fuga de plomo de un sifón.
El ministro de Minería, César Navarro, admitió ayer que el complejo metalúrgico de Karachipampa tiene dificultades para volver a operar. “Tuvimos que contratar expertos en hornos Kivcet italianos. Vinieron a hacer una inspección y expresaron que la concepción y la construcción del horno de Karachipampa no responde a un modelo Kivcet a nivel mundial”, explicó la autoridad.
El horno de fundición que presenta fallas es una herramienta indispensable en la cadena de producción del complejo. A mediados de agosto del año pasado, un grupo de especialistas metalúrgicos italianos llegó a Potosí para realizar una revisión técnica. En su informe final, los expertos manifestaron que el Kivcet instalado en la planta potosina no corresponde a las características de un horno de fundición. “La concepción y la construcción no tienen relación con los hornos Kivcet de Italia, China y Canadá; por lo tanto, el horno Kivcet de Karachipampa ha sido una estafa para el pueblo potosino y el pueblo boliviano a finales del 70 e inicios de los 80 (del siglo pasado)”, precisó Navarro.
Añadió que junto con la Comibol se elabora un proyecto para instalar una nueva fundidora. “Lamentablemente, el horno Kivcet tiene grandes y serios problemas. Entonces estamos en un trabajo con la Corporación Minera de Bolivia, para que haya un rediseño o la construcción de un nuevo horno”, añadió. En octubre de 2014, el Gobierno destinó tres millones de bolivianos para la reparación del horno, pero a pesar de los trabajos realizados, éste aún presenta fallas y no puede ser operado.
Consultado respecto a la pérdida de la inversión que demandó la reparación del Kivcet, Navarro negó esa posibilidad, al asegurar que poner en marcha la herramienta era necesaria para saber si estaba en condiciones. “No hay ninguna inversión perdida, porque lo que hemos demostrado es primero que Karachipampa es un proyecto rentable y no podíamos demostrar los grandes problemas si no lo poníamos en práctica”, apuntó. El horno Kivcet de la planta metalúrgica fue encendido por primera vez el 2 de enero de 2013. Días después, la fundidora dejó de operar por una falla técnica en el turboexpansor. El viernes 3 de octubre de 2014 se produjo una explosión en el horno debido a la fuga de plomo de un sifón.