El “Sanchi” llevaba 136 mil toneladas de crudo. Greenpeace teme un impacto ambiental. Hay 32 muertos.
Fuente: Clarín
   
BEIJING. EFE Y TÉLAM

El petrolero iraní accidentado en el mar de China Oriental hace nueve días se hundió ayer por completo, debido a una fuerte explosión y luego de arder durante todo ese período. Las autoridades de Teherán dieron por muertos a los 29 marineros que permanecían desaparecidos. Antes habían hallado a otros tres tripulantes sin vida. Se teme el posible impacto ambiental del estallido, aunque Beijing lo descartó. El petrolero “Sanchi” chocó el 6 de enero en el mar de China Oriental con el carguero CF “Crystal”, registrado en Hong Kong, y los esfuerzos para apagar el gran incendio y rescatar a la tripulación resultaron infructuosos. Los cuerpos sin vida de tres de los 32 marineros -30 iraníes y dos bengalíes- fueron hallados en los últimos días, pero el responsable del comité especial iraní para el seguimiento del accidente, Alí Rabií, descartó ayer que puedan encontrarse los demás cadáveres.

El portavoz del comité de crisis, Mohamad Rastad, dijo que la tripulación falleció “a causa de la potente explosión y de las emanaciones de gases tóxicos”. El portavoz señaló también que la operación para extinguir el fuego y poder así entrar en el petrolero, en la que participaron equipos de China, Irán, Japón y Corea del Sur, fracasó debido a las consecutivas explosiones registradas. El último estallido de ayer causó llamas de entre 800 y 1. 000 metros de altura e hizo que el petrolero comenzara a hundirse por la proa. Las autoridades confirmaron el hundimiento total del buque. El “Sanchi”, de bandera panameña, transportaba 136. 000 toneladas de petróleo condensado cuando chocó con el “Crystal”, cuyos 21 tripulantes, de nacionalidad china, pudieron ser rescatados el mismo día del accidente. El presidente iraní, Hassan Rohani, pidió a los ministerios competentes que “determinen cuidadosamente” la causa del incidente y lleven a cabo “las acciones legales necesarias para evitar incidentes similares”.

El director de recursos humanos de la Empresa Nacional Petrolera de Irán, Hosein Heidarí, dijo a EFE que en un principio pensaron que se podría entrar en el barco por la zona del  motor, pero que no fue posible “debido a las altas temperaturas y los gases tóxicos”. Mientras en Irán se prevén días de duelo y reclamo de responsabilidades, en China tocará centrarse en el impacto medioambiental del siniestro. Greenpeace alertó que un derrame de condensado podría suponer un riesgo de contaminación de especies de gran consumo en China.