La producción manufacturera regional en el Biobío presentó un retroceso interanual de 4,0% en octubre de este año, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Fuente: El Sur

El resultado negativo que experimentó la producción regional en el Biobío fue incidida por la contracción de seis de las nueve divisiones que componen el indicador. Las actividades de mayor incidencia negativa en la producción manufacturera fueron: Fabricación de coque, productos de la refinación del petróleo y combustible nuclear; Elaboración de productos alimenticios y bebidas; Fabricación de metales comunes; y Producción de madera y fabricación de productos de madera y corcho, excepto muebles, que acumulan 5,972 pp. Fabricación de coque, productos de la refinación del petróleo y combustible nuclear fue la actividad que incidió más negativamente en la industria, con 1,884 pp., al exhibir una merma de 19,3% respecto al nivel generado en octubre de 2016, luego de cinco meses de crecimiento.

El resultado negativo que presentó esta división fue causado por la menor fabricación de productos de refinación de petróleo, dado que algunos establecimientos realizaron actividades de mantención en algunas líneas de producción en el mes de referencia. Al respecto el seremi de economía, Iván Valenzuela señaló que efectivamente cayeron sectores importantes de la producción manufacturera, principalmente la refinación de petróleo, debido a la paralización del planta por los periodos de mantención lo que , asegura, está enfocado de alguna forma al aumento futuro de la demanda que viene en los próximos meses. Detención programada Sostuvo que los índices económicos están repuntando, las importaciones internacionales están aumentando y las empresas cuando tienen poca demanda prefieren adelantar estas mantenciones para poder soportar las demandas de los próximos meses y esa paralización llevó a que este sector haya tenido un impacto grande en el índice de producción manufacturera de octubre.

En tanto, la división Elaboración de productos alimenticios y bebidas se contrajo 9,9% en relación a igual mes del año anterior, luego de registrar alza los siete meses previos, influyendo en 1,726 pp. en el indicador, provocado esencialmente por la menor elaboración de otros productos alimenticios. Al respecto, Valenzuela agregó que “la demanda de estos productos venía decayendo y al caer a demanda la producción cae también”. Una contracción relevante registró también la Fabricación de metales comunes con un descenso interanual de 17,3%, incidiendo en 1,307 pp. negativos en la producción regional, a raíz del menor dinamismo que exhibió la industria básica de hierro y acero. Aparte, en 4,2% decreció la Producción de madera y fabricación de productos de madera y corcho, excepto muebles, contrayéndose por cuarto mes consecutivo, e incidió negativamente en 1,055 pp., asociado en gran medida a la baja actividad del aserrado y acepilladura de maderas

. En cuanto a la fabricación de papel y productos del papel creció 4,4% en la comparación interanual, siendo la actividad que presentó el mayor aporte positivo, con 1,406 pp., explicado por la baja base de comparación que presentó la fabricación de pastas de madera, papel y cartón, debido a que algunos establecimientos realizaron mantención programada en octubre del año anterior, anotando comportamiento positivo por tercer mes consecutivo. El segundo lugar lo ocupa la Fabricación de sustancias y productos químicos al contribuir en 0,502 pp. positivos, resultado de mostrar un volumen 9,7% superior al producido en octubre del año anterior, impulsado principalmente por la mayor fabricación de abonos y compuestos de nitrógeno.

La Fabricación de productos elaborados de metal, excepto maquinaria y equipo aumentó 14,2% en doce meses, incidiendo en 0,227 pp. en el índice, resultado de la mayor. Confianza en un repunte Ronald Ruf, gerente general de la Cámara de la Producción y del Comercio de Concepción, precisó que en la actual caída, incidieron fuertemente, la mantención de planta de la refinería de petróleo, que disminuyó su producción en 19,3%; la industria de alimentos y bebidas, que a pesar del crecimiento del sector pesca, cayó 9,9%; la industria del acero, que mermó su dinamismo en 17,3%; y la industria de la madera, que bajó 4,2% por menor producción de aserraderos. La industria de papel y celulosa, que aporta un 33,2% de la producción industrial de la zona, creció 4,4% pero no logró contrarrestar la caída de estos 4 subsectores, que en conjunto aportan un 60,4% del valor agregado. “Esperamos que en los dos últimos meses, la actividad manufacturera repunte y cerremos el año con cifras positivas y que la industria de la zona muestre a partir de 2018, un proceso de modernización, incorporando innovaciones, recupere mercados y crezca a mayores tasas, inyectando dinamismo a la economía regional”.