El especialista en hidrocarburos, Francesco Zaratti, planteó la viabilidad de sembrar plantas fotovoltaicas en el Altiplano con el objetivo de generar electricidad para inyectarla al Sistema Interconectado Nacional (SIN) para consumo interno. Esto además, puede permitir al país obtener excedentes de gas natural o de termoelectricidad destinados a la exportación.
FUENTE: MONEY

La anterior semana Zaratti realizó una presentación para el Directorio de la Cámara Nacional de Industrias (CNI) denominada “Cambio de la matriz energética: propuestas viables para Bolivia”, en la cual propuso apostar por las energías renovables (solar y eólica), pero también mini hidroeléctricas para cambiar la matriz eléctrica del mercado interno, toda vez que esto permitirá liberar gas y termoelectricidad para los mercados externos. Zaratti explicó que la matriz energética de Bolivia no incluye las energías renovables y la generación eléctrica es 66% fósil y 34% hidro. Según señaló, desde el año 2015 en Bolivia existen dos plantas que operan con energía solar y eólica: un parque fotovoltaico de 5 MW en Cobija (Pando) y un parque eólico en Qollpani (Cochabamba) de 24 MW.

Dentro de los lineamientos de una nueva política energética, el especialista detalló que se requiere revisar y corregir la Ley de Hidrocarburos y las normas que regulan el sector eléctrico, internacionalizar las actividades de YPFB; reemplazar gradualmente, para el consumo del mercado interno, la electricidad producida por termoeléctricas con electricidad de las fotovoltaicas y, finalmente, diversificar la matriz energética primaria del país.

Destacó que la energía fotovoltaica, además de ser una fuente renovable e inagotable, es autónoma y puede durar alrededor de 30 años, además que tiene un mínimo impacto en el ambiente. Chile es uno de los países que más provecho le está sacando a este recurso energético con varios parques fotovoltaicos que generan 1.102 MW y tiene proyectos en construcción por otros 2.082 MW.