Fuente: La Voz del Puerto ‎

   

Uno de los años en los que Pemex Refinación, ahora Pemex TRI, tuvo más presupuesto fue 2013, en el que contó con más de 750 mil millones de pesos reales y produjo 1.2 millones de barriles diarios de refinados, de acuerdo a un análisis realizado por el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

 

Y en 2016 el presupuesto cayó a menos de 650 mil millones de pesos reales y la producción fue de menos de 950 mil barriles diarios.

 

Alejandro Limón, investigador del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), explicó que la caída en la producción de gasolinas y diesel en el país está estrechamente relacionada con la reducción de presupuesto a Pemex TRI.

 

"Con menos presupuesto tienen menos posibilidad de refinar combustibles", indicó.

 

El experto destacó que si el presupuesto continúa a la baja significa que se seguirá apostando por las importaciones, a costa de la seguridad energética.

 

"Se tiene este incremento en demanda, no se puede ofrecer vía nuestras refinerías, se satisface por lo tanto vía importaciones", señaló en entrevista.

 

Solo el año pasado, el país adquirió 52 por ciento de toda la gasolina que exportaron las refinerías norteamericanas, es decir, se quedó con 329 mil barriles diarios, de los 631 mil barriles vendidos al exterior en total, de acuerdo a datos de la Agencia de Información Energética estadounidense (EIA, por sus siglas en inglés).

 

Y a la par, en 2016, la producción de gasolinas en las refinerías nacionales, que fue de 325 mil barriles diarios, cayó 29 por ciento comparada con la de 2006, de 456 mil barriles diarios, de acuerdo a datos de la Secretaría de Energía (Sener).

 

Jesús Berumen, especialista en energía de PA Consulting México, explicó que la caída en la producción de las refinerías mexicanas está relacionada con una menor producción de crudos ligeros, para los que fueron diseñadas, y un aumento en la disponibilidad de crudo maya, en el país, es decir crudo pesado.

 

"Estos crudos pesados tienen un rendimiento inferior en refinerías que no están acondicionadas para procesar o refinar este crudo pesado", sostuvo en entrevista.

 

Eso significa que por cada barril que entra se obtiene menos gasolina y más combustóleo.

 

El experto resaltó que a raíz de la reforma energética hay una importante oportunidad para inversionistas interesados en invertir en refinerías, una posibilidad que antes no existía, y así incrementar la producción nacional de gasolinas y diesel.