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“Garbi, ¿pero ya te han quitado la bandeja?”, le preguntaba Conchita Martínez a Muguruza antes de que las dos se fundiesen en un abrazo, en los pasillos que conducen al vestuario de Wimbledon. Una escena de un alto contenido simbólico, hereditario, porque no en vano lo protagonizaban las dos únicas jugadoras españolas que han podido inscribir su nombre en el historial del grande británico. La aragonesa lo consiguió en 1994, hace 23 veranos, cuando batió a otra norteamericana que también competía con 37 años, la célebre Martina Navratilova, la plusmarquista que venció nueve veces sobre el césped del All England Tennis Club...Siga leyendo>
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