FUENTE: JORNADA
El ministro boliviano de Hidrocarburos, Luis Sánchez, declaró a los medios del Estado que esa publicación se refiere a campos marginales y no refleja la realidad de la exploración que impulsa el Gobierno de La Paz en proyectos más prometedores. "La verdad, ese estudio está desactualizado, sesgado y no es lo real. Hacen un estudio con campos marginales, pero no explican los campos que estamos en fase de exploración y fase de desarrollo", expresó Sánchez en una entrevista en el canal estatal Bolivia TV. El estudio fue realizado por la Empresa de Pesquisa Energética (EPE), del Ministerio de Minas y Energía de Brasil, y tuvo repercusiones en los medios de comunicación bolivianos. El estudio llama atención sobre que el hecho de que varios campos de hidrocarburos bolivianos están en fase final de producción y que la declinación en estos se convirtió en un problema. La investigación habla de los campos Escondido, La Vertiente, Los Suris, Palo Marcado, Vuelta Grande, Colpa, Caranda, Carrasco, Paloma y Sirarí, entre otros.
También asegura que el suministro puede caer en el país entre 2022 y 2024 ya que las reservas no son suficientes y que "no hay descubrimiento de nuevos campos para restablecer la producción". Al respecto, el ministro Sánchez reconoció que los campos mencionados en el estudio están en "declinación", pero enfatizó que el porcentaje de reservas que representan son mínimos. Agregó que el estudio tiene datos hasta 2015 y que no ha tomado en cuenta campos que están en exploración como Río Grande Profundo, Itacaraí, Boyui, Iniguazu, Boicobo, Villamontes y Acero.
"Esos son supermegacampos, más grandes que los campos actuales, entonces en el estudio no están esos, es un estudio desactualizado", recalcó el ministro. Sánchez anunció que en las próximas semanas se reunirá con su par de Brasil para seguir trabajando de manera conjunta y actualizar ese informe.
"Ojo, nunca nos han dicho que para firmar un contrato teníamos que certificar reservas porque las reservas son una proyección. Las inversiones las estamos haciendo, hay una alta prospectividad de los campos que nos dice que vamos a tener un gran porcentaje de éxito así que estamos tranquilos", aseguró Sánchez. El ministro de Hidrocarburos anunció que para las próximas semanas se prevé la concreción de un acuerdo con el Paraguay que expresó su interés por el gas boliviano.
"Estamos pensando en trabajar y estudiar un ducto de Bolivia al Paraguay, un mercado chico pero es un mercado. En el tema de mercado no tenemos problema. Estamos con los retos de exploración y de incrementar reservas y producción. Estamos seguros que esto vamos a hacerlo hasta el 2019 de incrementar estas dos variables", complementó. De otra parte, enfatizó que el país tiene normativa que "viabiliza rápidamente" procesos de consulta, licencias ambientales y procesos de compensación para las operaciones petroleras.
De esa forma, rechazó que la crítica del estudio en sentido de que en Bolivia hay procesos burocráticos de tiempos excesivos que limitan la ejecución de actividades. Bolivia tiene un contrato para exportar a Brasil alrededor de 30 millones de metros cúbicos diarios de gas natural, pero la demanda de ese país ha bajado casi a la mitad en el último tiempo, aunque las autoridades consideran que se trata de una caída temporal.
El ministro boliviano de Hidrocarburos, Luis Sánchez, declaró a los medios del Estado que esa publicación se refiere a campos marginales y no refleja la realidad de la exploración que impulsa el Gobierno de La Paz en proyectos más prometedores. "La verdad, ese estudio está desactualizado, sesgado y no es lo real. Hacen un estudio con campos marginales, pero no explican los campos que estamos en fase de exploración y fase de desarrollo", expresó Sánchez en una entrevista en el canal estatal Bolivia TV. El estudio fue realizado por la Empresa de Pesquisa Energética (EPE), del Ministerio de Minas y Energía de Brasil, y tuvo repercusiones en los medios de comunicación bolivianos. El estudio llama atención sobre que el hecho de que varios campos de hidrocarburos bolivianos están en fase final de producción y que la declinación en estos se convirtió en un problema. La investigación habla de los campos Escondido, La Vertiente, Los Suris, Palo Marcado, Vuelta Grande, Colpa, Caranda, Carrasco, Paloma y Sirarí, entre otros.
También asegura que el suministro puede caer en el país entre 2022 y 2024 ya que las reservas no son suficientes y que "no hay descubrimiento de nuevos campos para restablecer la producción". Al respecto, el ministro Sánchez reconoció que los campos mencionados en el estudio están en "declinación", pero enfatizó que el porcentaje de reservas que representan son mínimos. Agregó que el estudio tiene datos hasta 2015 y que no ha tomado en cuenta campos que están en exploración como Río Grande Profundo, Itacaraí, Boyui, Iniguazu, Boicobo, Villamontes y Acero.
"Esos son supermegacampos, más grandes que los campos actuales, entonces en el estudio no están esos, es un estudio desactualizado", recalcó el ministro. Sánchez anunció que en las próximas semanas se reunirá con su par de Brasil para seguir trabajando de manera conjunta y actualizar ese informe.
"Ojo, nunca nos han dicho que para firmar un contrato teníamos que certificar reservas porque las reservas son una proyección. Las inversiones las estamos haciendo, hay una alta prospectividad de los campos que nos dice que vamos a tener un gran porcentaje de éxito así que estamos tranquilos", aseguró Sánchez. El ministro de Hidrocarburos anunció que para las próximas semanas se prevé la concreción de un acuerdo con el Paraguay que expresó su interés por el gas boliviano.
"Estamos pensando en trabajar y estudiar un ducto de Bolivia al Paraguay, un mercado chico pero es un mercado. En el tema de mercado no tenemos problema. Estamos con los retos de exploración y de incrementar reservas y producción. Estamos seguros que esto vamos a hacerlo hasta el 2019 de incrementar estas dos variables", complementó. De otra parte, enfatizó que el país tiene normativa que "viabiliza rápidamente" procesos de consulta, licencias ambientales y procesos de compensación para las operaciones petroleras.
De esa forma, rechazó que la crítica del estudio en sentido de que en Bolivia hay procesos burocráticos de tiempos excesivos que limitan la ejecución de actividades. Bolivia tiene un contrato para exportar a Brasil alrededor de 30 millones de metros cúbicos diarios de gas natural, pero la demanda de ese país ha bajado casi a la mitad en el último tiempo, aunque las autoridades consideran que se trata de una caída temporal.