EL DEBER / DIEZ
Todo era alegría en Oriente hasta que llegó el minuto fatídico. A los 94’ del compromiso, que para muchos quedará en la retina apareció Juan Carlos Arce, un hombre de la casa (exOriente) amargó a la parcialidad refinera con un soberbio tiro libre que anidó en el ángulo izquierdo de Viscarra. Fue el 1-1 letal para los locales. La visita lo celebró como un triunfo, mientras que Oriente vio como se le escurrió la victoria de las manos. Fue un partido con dos etapas distintas. La primera favorable a Oriente, mientras que la segunda fue netamente para la visita. Oriente pagó caro defenderse a falta de 15 minutos, mientras que los paceños tuvieron su premio metiendo a cinco delanteros en un partido que para ellos era matar o morir...Siga leyendo>
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