Fuente: ABC
Nuestro diario accedió a una factura de venta de gas licuado de petróleo (GLP) emitida por Petropar a su cliente la fraccionadora Minga Gas SA, de fecha 28 de diciembre, que revela una cotización de US$ 615 por tonelada (ver facsímil der.).
Si consideramos todos los ítems que conforman los costos de importación del hidrocarburo, partiendo de la cotización en origen del gas (ver facsímil de la izquierda) se tiene que Petropar le pagó a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) en la última compra directa que realizó a las apuradas, con misma fecha del 28 de diciembre del año pasado, y a mayor precio que la compra anterior concretada por la petrolera, una cotización de US$ 454,29 por tonelada métrica. A este precio boliviano deben adicionarse los demás costos como ser el flete terrestre, de US$ 130 por tonelada, la internación del producto, que representa US$ 3,87 por tonelada métrica, además del impuesto selectivo al consumo, que implica otros US$ 58,75 por tonelada métrica.
De este modo, el costo CIF - Villa Elisa para Petropar (puesto el producto en el lugar de destino) asciende a US$ 646,91 por tonelada métrica, por lo que vendiendo a US$ 615 como lo hace la petrolera estatal a la fraccionadora Minga Gas SA estaría registrando un déficit de US$ 32 por cada tonelada que comercializa.
Petropar dice que gana
Le consultamos días atrás al gerente general de Petropar, William Wilka, si la estatal está subsidiando el precio del gas, lo que negó enfáticamente. Dijo que la empresa estatal “sigue teniendo un margen de importación-terminal de unos G. 500 por kg”. Ante nuestra consulta de cuántos guaraníes representa el gasto operativo que tienen en este combustible, atendiendo el alto costo de salarios del funcionariado, costos de mantenimiento, electricidad, etc., respondió que apenas representa G. 50 por kg, ya que dicen que los costos mencionados los distribuyen entre los demás combustibles que venden.
Este costo operativo irreal solo sería posible con los márgenes positivos altos que tienen en el gasoil común y en la nafta económica, en virtud a decretos tildados de inconstitucionales (N° 2999/15 y 3324/15), que le permite fijar precios arbitrariamente, y mantener el monopolio parcial en la importación y venta de los mismos. Así, con este dinero irregular estarían subsidiando el GLP, que es el combustible usado en el proselitismo que realiza este gobierno.