El lunes al mediodía, pocos minutos antes de las 12, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, envío un correo a los máximos directivos de YPF, Shell, Axion, Pampa Energía (ex Petrobras Energía) y Oil para comunicarles que en las próximas horas deberían bajar los precios de las naftas y gasoil en un 0,1% y un 2,6% respectivamente. Con ese correo electrónico, el funcionario rectificaba lo dicho tres días antes, cuando en conferencia de prensa por las tarifas de gas había asegurado que las naftas subirían un 0,6% y el diesel bajaría un 1,8 por ciento.