En un giro que parece sacado de una novela de suspenso, Power China, matriz de la misma Sinohydro que construyó la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair con 17.000 fisuras (sí, 17.000), se postula para «arreglar» su propio desastre. Sí, leyó bien. La misma empresa que nos vendió la obra defectuosa por la que Ecuador reclama USD 580 millones ahora propone “comprarla” o recibirla en concesión para repararla. Suena a chiste, pero es la realidad que enfrenta el Estado ecuatoriano.