En 2015, según el Gobierno, se gastó alrededor de Bs 2.500 millones en la subvención a la gasolina, diesel.

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ANF / La Paz

Como un efecto de la reducción del precio internacional del petróleo y otras medidas económicas, la subvención que destina el gobierno para los carburantes (gasolina y diesel) redujo aproximadamente en 55% en el último año, de $us 790 millones (Bs 5.500 millones) gastados en 2014 a $us 359 millones (Bs 2.500 millones) en 2015, informó la viceministra de Política Tributaria, Susana Ríos.
"Como ustedes saben, el Estado gasta una cuantiosa cantidad de recursos en la subvención de gasolina, diesel y otros carburantes que van en directo beneficio del transporte. En 2014 se gastó en efecto de subvención 5.500 millones de bolivianos, en 2015, aproximadamente se gastaron 2.500 millones de bolivianos que son montos bastante cuantiosos", informó la viceministra, con motivo del paro con bloqueo que llevan adelante los asociados a la Cámara Boliviana de Transporte Nacional e Internacional.
Para este año, el Presupuesto General del Estado prevé destinar $us 350 millones para la subvención a los carburantes. El precio del petróleo continúa en picada y pese a leves incrementos volvió a caer a 31 dólares el barril de petróleo.
De acuerdo con algunos analistas internacionales, no está fuera de los análisis que el petróleo llegue a 10 dólares el barril, situación que, según el ministro de Economía, Luis Arce, el país podría soportar. El año pasado, el presidente Evo Morales explicó que la reducción de la subvención a los hidrocarburos corresponde no sólo a la reducción del precio del crudo, sino también a las políticas ejecutadas desde el gobierno, como ser el cambio de la matriz energética y la producción de más hidrocarburos.
El 25 de diciembre de 2010, el gobierno, a nombre de nivelar los precios de los carburantes a nivel internacional, promulgó el decretó 748 que aumentó el costo de los combustibles líquidos, entre ellos el diesel, la gasolina, la gasolina especial y la gasolina de aviación. Días después, y tras constantes protestas de la población, el presidente abrogó este decreto y señaló que la medida no era oportuna.