En el mundo petrolero algunos le llaman “superciclo” y otros solamente “un periodo de precios altos”. Lo cierto es que en estos días el precio del crudo está incrementándose de manera importante
y muy por encima de cálculos que se hacían en 2020 y que preveían un precio bajo al menos por dos años.

Pese a que el incremento del precios es una buena noticia para las arcas fiscales, hay incertidumbre sobre si el país podría aprovechar la bonanza, pues justamente en este momento se vive un periodo de caída de la producción petrolera y falta de inversión.

Es así que hoy el WTI, que es el crudo marcador para el precio del petróleo ecuatoriano, ha superado la barrera de $ 60 por barril y Petroecuador reporta que el precio estimado (teórico) nacional en febrero llega a $ 57,52, es decir $ 20 por encima de lo programado por el Ministerio de Economía y Finanzas ($ 37 dólares). El precio internacional podría llegar a los $ 75, según diversos análisis de bancas de inversión como Goldman Sachs, JP Morgan, Morgan Stanley y Barclays. Otros estudios hablan de hasta $ 100.

Sin embargo, la producción sigue a la baja. Este 23 de febrero la producción reportada fue de 500.000 barriles diarios, entre la empresa estatal y las privadas. Esa cifra es inferior a los 530.000 barriles que se tenían antes de la pandemia.

Xavier Orellana, analista económico, reconoce que en estos días bancas internacionales han hablado de un probable “superciclo” (precios muy altos por un periodo extendido) de las materias primas, incluidas el crudo y el cobre. Sin embargo, él no está muy convencido de que sea así, al menos en el tema petrolero. Indica que el precio del crudo podría subir entre $ 60 y $ 70, pero esto podría hacer que se activara la producción de petróleo de esquisto (que se vuelve rentable con un precio más alto). Frente a la mayor oferta, el precio podrá bajar o mantenerse en ese rango.

Explicó que el incremento actual se debe a que las vacunas para combatir el coronavirus ya empiezan a funcionar a nivel global. Sin embargo, no se ve un catalizador tan importante como para sostener el superciclo, a diferencia de lo que ocurrió cuando China crecía al 10% anual.

En todo caso, considera que el precio del crudo ecuatoriano podría estar en el orden de los $ 53, lo cual le da una diferencia positiva de $ 16 por barril con respecto a lo presupuestado por el Ministerio de Economía.

Nelson Baldeón, analista geopolítico, no ve realmente un superciclo de precios, pues recuerda que en 2012 al 2014 hubo precios de hasta $ 150, muy por debajo de lo que ahora está sucediendo. Sin embargo, sí cree que habrá un periodo de precios altos de hasta $ 75 el barril.

Considera que esto está atado a las decisiones que se tomen a principios de mes por parte de la OPEP Plus. En este sentido hay que estar pendientes de si Arabia continúa con el recorte de un millón de barriles; si Rusia decide seguir en el mismo nivel de producción que hasta ahora, y si Estados Unidos incrementa su demanda de crudo y combustibles.

Para el Ecuador, este incremento puede ser visto desde dos miradas, explica Orellana. Por un lado, el alza puede representar más recursos aunque en este momento Ecuador está con una baja producción, debido a falta de liquidez y de inversión y por tanto no podría aprovechar de manera eficaz la bonanza del mejor precio.

Según Orellana, actualmente los dos candidatos finalistas para la Presidencia hablan de incrementar la producción, para que esta suba de los 490.000 barriles diarios a entre 750.000 y 800.000 barriles diarios. Pero, dice, no está claro cómo lo harán.

Entre tanto, desde la otra orilla, el alza del precio del crudo representa el incremento de los derivados como la gasolina y el diésel. Esto, con el actual sistema de bandas, producirá el incremento sostenido de los precios para el consumidor y que se mantenga aún en cierto rango el subsidio.

Para Baldeón sería importante que ahora el Ecuador busque levantar la producción para alcanzar a aprovechar este periodo de mayores precios. Considera que se debería dar prioridad a un tema que va a generar recursos y por ejemplo pagar esos $ 200 millones que se le adeuda actualmente a Petroecuador, siempre que la empresa exhiba un buen plan de inversiones que permita el incremento de la producción.

Fuente: El Universo