Hoy por hoy, el Oleoducto de Colombia tiene la distinción de ser la empresa con la más alta tasa de rentabilidad sobre activos de Cenit y del Grupo Empresarial Ecopetrol con un 54%.
Fuente: Portafolio
   
Esta empresa, especializada en el transporte de crudos, tiene una red que va desde Vasconia, en Puerto Boyacá, hasta Coveñas, con 482 kilómetros de tuberías que le permiten exportar cerca del 33% de los hidrocarburos que se venden en el exterior.
De hecho, la compañía mueve 209.000 barriles diarios y una de sus fortalezas es cargar crudos pesados que llegan del Alto Magdalena y los Llanos para ser llevados a Coveñas o a la refinería de Cartagena, Reficar.
 
Esta firma especializada, que cumple 30 años en el negocio del transporte de hidrocarburos, tiene también varios hitos que le permiten ser un jugador de primer nivel, como que en los últimos cinco años no ha registrado ningún incidente y su factor de servicio es del 98%, según lo explica su presidenta, Natalia de la Calle.
 
Oleoducto de Colombia carga en promedio entre nueve y once barcos con capacidades que van desde los 350.000 hasta el millón de barriles, según explicó la directiva, en diálogo con Portafolio.
 
¿Qué tanta especialización se requiere para mover el petróleo colombiano?
 
Es una tarea compleja, nosotros transportamos crudos pesados que son como brea, así que se requiere conocimiento técnico y estar en permanente actualización para garantizar la eficiencia y disponibilidad de la estructura y el movimiento.
 
¿Cómo es transportar arequipe por tuberías?
 
Es un crudo muy pesado y lo sacamos rápido, por las eficiencias de la infraestructura. Usamos reductores de fricción para mejorar las movilidad y hemos aumentaron las unidades de bombeo con mucha potencia. Además, se adecuaron los puntos de recibo y los de rebombeo.
 
Todo sin afectar la calidad ni las características del petróleo.
 
¿Todo se mueve para exportar?
No. En el terminal de Coveñas tenemos dos tareas, las exportaciones y el abastecimiento de la refinería de Cartagena. Recuerde que en Vasconia atendemos los clientes productores, donde recibimos las diferentes variedades de petróleo.
 
¿Qué proyectos tiene hoy Oleoducto de Colombia?
 
Tenemos dos grandes temas. En transporte y en terminal.
 
En transporte, buscamos acceder a un portafolio de servicios encaminados a la logística, que no sea solo evacuar el petróleo. Entre estas está atender las necesidades como las calidades, pues algunos son muy ácidos, tienen niveles elevados de azufre y generan demasiada oxidación.
 
Entonces, lo que planeamos ofrecer es generar un estándar con las calidades que el comercializador internacional requiere para que cuando llegue a su destino pueda pasar directo a la refinería sin ningún tratamiento previo.
 
En ese sentido, debemos trabajar en almacenamiento estratégico, dilución, codilución, calentamiento del crudo, especificaciones de mezclas como los requiera el destinatario internacional o abastecimiento robusto, entre otras.
 
Y también cumplir con los pedidos. Es buscar que el producto sea lo que el cliente necesite.
 
¿Cómo hace todo eso?
Hacemos un análisis del proceso integrado del producto cuando se recibe. Lo primero es tener suficiente almacenamiento y excelencia operativa, complementado con esquemas de bacheo optimos, entre otros temas.
 
Hoy las refinerías requieren una dieta especial para aprovechar el crudo y nosotros, desde la logística de transporte, le ayudamos a nuestros clientes a entregar el producto que requiere la refinería.
 
Nosotros hoy buscamos cómo le podemos bajar las partes por millón de azufre al crudo y hacer las dietas que los clientes quieren.
 
¿Cuántos clientes atienden?
 
En la salida atendemos dos grandes grupos: las refinerías y los comercializadores internacionales, que son el mayor porcentaje, quienes a su vez ofertan a las refinerías de todas partes del mundo.
 
Y ¿en el puerto qué inversiones están en los planes?
Nosotros estamos en Coveñas, que es un gran puerto y de los de mayor uso del país. Tenemos suficiente capacidad de almacenamiento, que es de cerca de dos millones de barriles.
 
Allí lo que tenemos que hacer es unir fuerzas y generar sinergias para optimizar los usos.
Le doy un ejemplo: en el país tenemos regulado el almacenamiento operativo, que es el que se usa para despachos.
 
De igual forma, también estamos examinado y proyectando estrategias para que los buques no tengan que repostar (abastecer combustible y/o provisiones) en puntos diferentes a donde están.
 
En el caso colombiano, los buques después de cargar, deben ir a islas del Caribe para abastecerse de combustibles, y ese es un servicio adicional que bien podría proporcionar el país.
 
Y, en general, allí hay muchos temas de manejo de especificaciones de calidad que podemos solucionar.
 
¿Cuánto suman sus inversiones para este año?
 
Solo para 2019 hemos destinado 34.000 millones de pesos para mantener la integridad del sistema. Y también para repotenciar las unidades para que haya más bombeo.
Ahora bien, si lo miramos a largo plazo, las inversiones estarán atadas a que se genere producción incremental, lo cual es algo que no está claro.
 
En el caso de los campos Teca y Nare, que son cercanos a la planta y que tienen una prospectividad interesante, tenemos que buscar estar listos para atender su demanda.
Hoy el país no tiene claro el panorama de reservas de hidrocarburos y, por tanto, las inversiones de compañías como la nuestra están sujetas a garantizar la continuidad operativa y atención a clientes.
 
Además, este año vamos a reducir el API de los crudos que llegan a Vasconia para optimizar el transporte a puerto y repotenciaremos Caucasia con el mismo objetivo.