FUENTE: EL DIARIO
La Autoridad Jurisdiccional de Administración Minera (AJAM) denunció que “bandas criminales” organizadas en torno a la explotación ilegal del oro que realizan ciudadanos chinos y colombianos, en áreas otorgadas a cooperativas mineras auríferas, impidieron la aprehensión de los extranjeros que fueron hallados en flagrancia, bajo amenazas y agresiones.
El coordinador de Minería Ilegal de la AJAM, Jaime Cuentas, informó en conferencia de prensa, que gracias a investigaciones de prensa se pudo cotejar información técnica y realizar un trabajo de gabinete para ejecutar el operativo en los municipios de Teoponte y Guanay sobre el río Kaka, donde se identificó varios puntos de explotación ilegal del oro por dragas operadas por ciudadanos chinos y colombianos.
Cuentas señaló que durante el operativo coordinado con la Armada y los efectivos policiales asignados a la AJAM, la gente del lugar, entre los cooperativistas, algunos comunarios e incluso funcionarios de los municipios impidieron que los ciudadanos chinos y colombianos sean llevados ante la autoridad competente, luego que se verificó que no contaban con la autorización para la explotación aurífera.
La Autoridad Jurisdiccional de Administración Minera (AJAM) denunció que “bandas criminales” organizadas en torno a la explotación ilegal del oro que realizan ciudadanos chinos y colombianos, en áreas otorgadas a cooperativas mineras auríferas, impidieron la aprehensión de los extranjeros que fueron hallados en flagrancia, bajo amenazas y agresiones.
El coordinador de Minería Ilegal de la AJAM, Jaime Cuentas, informó en conferencia de prensa, que gracias a investigaciones de prensa se pudo cotejar información técnica y realizar un trabajo de gabinete para ejecutar el operativo en los municipios de Teoponte y Guanay sobre el río Kaka, donde se identificó varios puntos de explotación ilegal del oro por dragas operadas por ciudadanos chinos y colombianos.
Cuentas señaló que durante el operativo coordinado con la Armada y los efectivos policiales asignados a la AJAM, la gente del lugar, entre los cooperativistas, algunos comunarios e incluso funcionarios de los municipios impidieron que los ciudadanos chinos y colombianos sean llevados ante la autoridad competente, luego que se verificó que no contaban con la autorización para la explotación aurífera.