Más de 1.500 personas han sido detenidas en las protestas contra la investidura.
ELPAIS.COM

Vladímir Putin, que controla el poder en Rusia desde 2000, ha tomado este lunes por cuarta vez posesión de su cargo de presidente del Estado en una solemne ceremonia en el Gran Palacio del Kremlin, que evoca una coronación imperial. La fiesta a la que han acudido 6.000 invitados de este dirigente de 65 años, procedente de los servicios de seguridad soviéticos (el KGB) y decidido a devolver a Rusia el papel de gran potencia que desempeñaba la Unión Soviética, ha sido precedida por protestas ciudadanas. Aunque minoritarias, estas protestas cubren una amplia geografía e incorporan a jóvenes y muy jóvenes y también a sectores altamente cualificados, inquietos por las crecientes trabas impuestas en nombre de la seguridad a la modernización del país en un mundo global.

Lea la noticia>