Miércoles, 10 Enero 2018

2017 Y EL CONTEXTO ENERGÉTICO

EDITORIAL

La gestión que concluye es parte de lo que el Consejo Mundial de Energía denomina como la Gran Transición en la que hay una reconfiguración del sector de energía tanto por el ingreso de nuevas tecnologías así como por la digitalización y optimización de los procesos y también por la incertidumbre en los precios y el mayor poder del consumidor.
 
En el contexto de América Latina y el Caribe los aspectos más críticos que han mantenido a líderes de energía preocupados han sido prioritariamente tres; la desaceleración económica regional, hemos visto por ejemplo a la principal economía de Sudamérica, Brasil, en recesión durante 2015 y 2016 y con una leve recuperación este año, el segundo aspecto de preocupación es el precio de las materias primas el cual al finalizar 2017 tiene un cierto repunte y estabilización en un rango que oscila entre los $us 50 y 60 por barril en el último bimestre. Como tercer punto de preocupación de los líderes están los eventos climáticos extremos. Hemos tenido un año con muchos eventos climáticos cuatro veces más que en gestiones anteriores poniendo especial énfasis en los huracanes los cuales han generado daños estructurales en el suministro de energía. Tal vez el ejemplo más preocupante es el de Puerto Rico que va necesitar al menos un año para retomar la normalidad.
 
En los puntos que se ha estado trabajando e invirtiendo más recursos ha sido en la eficiencia energética, la revisión de los subsidios de energía y una gran preocupación sobre la política estadounidense sobre la región. Si bien hasta ahora no ha habido efectos concretos, la elección del presidente Trump ha puesto este punto en la agenda de los gestores de energía.
 
Respecto a nuestro país, podemos partir por un hecho positivo que es el que haya tenido el mejor crecimiento económico de la región y que a pesar de haber disminuido su ritmo, éste continúa siendo positivo.
 
En lo relacionado al precio de las materias primas compartimos el escenario global y estamos expectantes a ver si esta estabilización del petróleo va mantenerse en ese rango, ya que su comportamiento repercute en el precio para nuestro gas a los mercados a Brasil y Argentina que en 2017 ha tenido una recuperación de alrededor del 25% respecto a 2016.
 
En cuanto a la ejecución de proyectos ha sido un año con muchos desafíos, hubo cambios importantes en la normativa y se ha trabajado intensamente en darle dinamismo al sector y al mismo tiempo optimizar los costos para una mejor gestión.
 
Los números oficiales sobre el desempeño de las inversiones aún están en ejecución y si bien no han sido comunicados, sobre la producción de gas podemos ver que comenzó el año con una variación importante hacia abajo, principalmente por un tema de demanda, pero en el promedio anual ha quedado levemente inferior con una producción diaria de 54.1 millones de metros cúbicos, con datos de enero a noviembre, versus 56.7 en 2016.
 
El país se encuentra en un momento de grandes desafíos en materia energética: buscar generar exploración intensiva, consolidar un inventario de reservas para un horizonte de largo plazo y negociar contratos para consolidar mercados más allá de la próxima década. Estos tres objetivos son centrales y necesarios, existen recursos, el país tiene el potencial y las condiciones para tener éxito en superar estos desafíos y conseguir un ambiente favorable para el crecimiento del sector, lo cual esperamos sea haga una realidad en el año que comienza.
Opinión de la presidente de la CBHE, Claudia Cronenbold en la edición N 112 de la revista Petroleo & Gas.