A raíz de estos números y con la reglamentación del nuevo Plan Gas (Resolución 46), que fue definida por el CFO de la compañía, Daniel González, como “decepcionante”, informaron a sus accionistas que revisarán algunos de sus proyectos de gas en Vaca Muerta.
Fuente: Rio Negro
  
El directorio de YPF aprobó la emisión de nueva deuda por 2.000 millones de dólares. Lo hizo una semana después de presentar el balance del tercer trimestre donde anota que el flujo de caja, el dinero para sostener los desarrollos, cayó un 19% y cerró en 13.600 millones de pesos. Fuentes de la compañía aseguraron que el endeudamiento, contemplado en el plan de deuda global, se utilizaría a futuro y para refinanciar -a mejor tasa- pasivos anteriores.
 
Parte de los problemas de la caja de la petrolera surgen de los retrasos del gobierno nacional en el pago de los programa de incentivo al gas. Son unos 600 millones de dólares -una cifra que supera al último computo de caja de la compañía- y que ya acumula al menos siete meses de atraso.
 
A raíz de estos números y con la reglamentación del nuevo Plan Gas (Resolución 46), que fue definida por el CFO de la compañía, Daniel González, como “decepcionante”, informaron a sus accionistas que revisarán algunos de sus proyectos de gas en Vaca Muerta.
 
Entienden que para mantener los niveles de producción actuales (sólo en tight gas son 14,1 millones de metros cúbicos diarios) necesitan de inversiones que únicamente se pagarían con un precio por encima de los 6 dólares. Aún cuando informaron un costo de desarrollo -que no es traducible al corte de rentabilidad del proyecto- en El Orejano (shale gas) de 1 dólar por millón de BTU.
 
La resolución del ministerio de Energía establece que los yacimientos con una producción superior a los 500 mil metros cúbicos diarios, sólo obtendrán garantía de precio para lo que produzcan por encima de su promedio. Además descarta que pueda incluirse el gas asociado.
 
Es por eso que YPF, que tiene cerca de 20 millones de metros cúbicos diarios de gas no convencional, cree que para rentabilizar una curva incremental con ese volumen de producción necesitará de cuantiosas inversiones de las que hoy no dispone.
 
Entre los proyectos que puede analizar la compañía están sus bloques más productivos como El Orejano, Rincón del Mangrullo y Estación Fernández Oro. Una estrategia para estos casos podría ser la de aceptar una curva de declino en estos campos y migrar los dólares hacia nuevos campos con perspectiva de gas.
 
En la relación de precio y volumen, para el corto plazo puede terminar imponiéndose la primera de las variables, lo que llevaría a la compañía a optar por los bloques con mejores valores aunque tengan menos producción.
 
Balance con buenas y malas
 
La petrolera de mayoría estatal cerró un balance positivo pero con algunos detalles. Acumuló su tercer trimestre consecutivo con ganancias acordes con la etapa de transición que atraviesa la industria: 14 millones de dólares. Registró ventas por unos 3.800 millones de dólares principalmente por una mejora en los surtidores, que se apoyó en precios más altos y un crecimiento en los litros despachados.
 
Según informó a los inversionistas, en el tercer trimestre produjo un 8,1% menos de petróleo y lo mismo ocurrió con el gas que se retrajo un 1,7%. En la cuenta global la producción de hidrocarburos fue de 4,.5%. En el caso del crudo explicaron que se debió a un descenso de la actividad por bajos precios y a cuestiones climáticas, como las inundaciones en Chubut.
 
Sin embargo el resultado operativo para el upstream, el principal negocio de la compañía, cayó un 65,7% por una combinación -explicaron- de la caída en la producción y un aumento de los costos de extracción (lifting cost).
 
Pese a producir menos barriles, la empresa procesó más crudo en sus refinerías. Esta ecuación pudo haber estado compensada por importaciones de petróleo o por el sacrificio de stocks disponibles. Un esquema que ya han utilizado otras firmas de la industria.
 
De acuerdo al plan anticipado por la compañía, las inversiones crecieron un 6% medidas en pesos para finalizar al cabo de los tres meses en 15.900 millones de pesos. Sin embargo los desembolsos en dólares se contrajeron un 8%, donde el crecimiento del tipo de cambio hizo crecer la cifra en pesos.