La ultradependencia que tiene Venezuela de su petróleo pasa por su peor momento de las últimas tres décadas. Por primera vez desde 1989 el gigante petrolero produjo en un mes menos de 2 millones de barriles al día, informó este lunes la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). El colapso de la gallina de los huevos de oro del chavismo se traduce en 699.000 barriles menos desde 2015.
Fuente: ABC
   
El informe golpea al Gobierno de Maduro con la economía a punto de quebrar si la lucha por pagar la deuda externa del país no da sus frutos. Para agravar la situación, otros seis gerentes y empleados de la petrolera estatal PDVSA han sido arrestados en los últimos días por alterar las cifras de producción, dijeron el lunes dos fuentes de la compañía citadas por France Press. Los datos mensuales más recientes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) mostraron que Venezuela reportó una producción de 1,955 millones de barriles diarios en octubre, frente a los 2,085 millones en septiembre.
 
«El principal e inmediato factor es la caída de la inversión durante años. Esto venía ocurriendo incluso desde antes del desplome del precio del petróleo por la excesiva extracción de recursos por parte del gobierno a PDVSA», dice a ABC Francisco Monaldi, economista venezolano del think tank estadounidense Baker Institute. La inversión disminuyó aún más con el colapso del precio y «el flujo de caja comprometido para pagar deudas a China y otros acreedores».
 
La industria petrolera venezolana lleva años en caída libre. La producción disminuyó en un 12 por ciento en 2016, con PDVSA en medio de una grave crisis de liquidez. «Ha acumulado importantes atrasos con proveedores y socios y tiene dificultades para pagar a los tenedores de bonos. Aunque el colapso se aceleró con la caída del precio del petróleo en 2014, el sector ha tenido graves problemas durante más de una década, y la producción ha disminuido en más de un tercio desde sus niveles máximos a fines de los años noventa», considera el investigador. Según fuentes citadas por AFP, la cifra podría ser incluso menor al bajar hasta el 1,863 millones de barriles diarios en octubre, según la OPEP. Venezuela depende del petróleo en más del 95 por ciento de los ingresos por exportación de divisas, de los que dependen, por tanto, los programas de servicios públicos.
 
Tras la publicación del informe, la agencia de calificación Fitch ha rebajado la nota de PDVSA a niveles de quiebra parcial por los problemas del Gobierno de Maduro en poder reestructurar la deuda externa ante las sanciones de Estados Unidos. Temida desde hace semanas, el anuncio de impago parcial reaviva las preocupaciones sobre la capacidad de Caracas en continuar reembolsando su deuda exterior de 150.000 millones de dólares. Pese a algunos retrasos, la petrolera estatal venezolana PDVSA ha realizado esta semana dos pagos en los últimos días cercanos a los 2.000 millones de dólares por el vencimiento de dos de sus bonos.
 
«PDVSA debe casi 4.000 millones de dólares a las empresas de servicio como Schlumberger. Esto se combina con la ineficiencia, que con altos precios se podía ocultar, pero no más», subraya Monaldi. Entre todos los factores, uno sobresale por encima del resto: la corrupción y la politización del principal sector estratégico del país. Con Hugo Chávez, el régimen despidió entre diciembre de 2002 y abril de 2003 a alrededor de 23.000 empleados de todos los niveles, incluyendo gerentes y ejecutivos de alto nivel, con listados de 180-250 nombres diarios, para situar a los «rojitos» más afines. El nuevo Gobierno de Chávez se infiltró designando a militares afines al régimen dentro de posiciones de poder de PDVSA, según Edgar Rasquin, gerente general de un centro de refinación de PDVSA hasta 2002. «El clímax se alcanzó cuando el régimen designó una nueva Junta Directiva cuyos miembros no cumplían con el nivel de experiencia y ejecutivo para ejercer esos cargos», agrega.
 
Esta pérdida masiva de capital humano ha dañado a la compañía petrolera en uno de los momentos más críticos de su historia. Así y todo, Maduro sigue culpando de todos sus males a una supuesta guerra económica liderada por Estados Unidos contra Venezuela causante de la escasez y los bajos precios del petróleo para golpear duramente sus intereses.