Editorial - Opinión de la presidenta de la CBHE, Claudia Cronenbold en la edición 108 de la Revista Petróleo & Gas.

A finales de la década de 1960 Bolivia concretó un primer mercado para exportación de gas natural a Argentina que en su mejor momento llegó a enviar 4 millones de metros cúbicos diarios (MMmcd) y que finalizó en la década de los 90´s. En 1996, después de negociaciones que demoraron más de tres décadas, Bolivia y Brasil firmaban un contrato que en su dimensión era siete veces más tomando en cuenta los volúmenes acordados (30 MMmcd). En 2010 Bolivia firma un nuevo contrato de gas con Argentina esta vez por un volumen máximo de 27 MMmcd y que también fue posible después de varios años de negociaciones.

Todos estos contratos significaron los mejores momentos para las inversiones en el sector hidrocarburos, especialmente del upstream. En este rubro existe un dicho…“los mercados jalan a las inversiones”. Eso es visto con claridad en estos tres periodos de nuestra rica historia gasífera boliviana.

En la década de los 60´s y 70´s se pusieron los cimientos de la industria gasífera boliviana con la construcción de plantas, gasoductos e infraestructura básica que hasta entonces solamente había para petróleo.

Con el contrato GSA con Brasil, nuestro país da un salto de gran dimensión al pasar de 15 a 40 MMmcd en capacidad de producción y posteriormente con el nuevo contrato con Argentina esta capacidad de producción se incrementa en 20 millones más. En todos los casos, las inversiones marcaron un pico porque había mercados comprometidos para su abastecimiento.

Los mercados son la esencia del accionar de todo negocio y mucho más en el de hidrocarburos donde las inversiones son del alto riesgo y en grandes montos.

Estamos a pocos años de que el contrato GSA llegue a su fin, cuya negociación y renovación son una prioridad para Bolivia. La realidad es distinta respecto al actual contrato pero Bolivia tiene intactas sus posibilidades, las cuales deben ser impulsadas desde las herramientas que nos brindan la experiencia, el conocimiento del mercado y nuestros recursos potenciales.

Debemos cuidar, ampliar y consolidar nuestros mercados de gas, los cuales han sido un impulsor importante de la realidad económica de nuestro país en los últimos años y en ese contexto también hemos visto crecer el mercado local de gas de una manera sobresaliente.

En ese sentido, desde nuestro sector expresamos nuestra disposición para colaborar de la mejor manera posible para hacer realidad las mejores condiciones para el país en este cambiante mercado de gas en el que convivimos hoy en la región.


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